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Substance and alcohol use and dependence in a sample of patients from an emergency department in Mexico city

  • Autores: Joaquín Zambrano, Estela Rojas Guiot, Guilherme Borges, Leticia Casanova, Liliana Mondragón Barrios
  • Localización: Salud mental, ISSN 0185-3325, Vol. 26, Nº. 1, 2003, págs. 23-31
  • Idioma: inglés
  • Títulos paralelos:
    • Uso y dependencia de drogas y alcohol en una muestra de pacientes de un servicio de urgencias en la ciudad de México
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      Según datos nacionales representativos de encuestas en hogares, después de años de baja prevalencia, el uso de sustancias se incrementó en México durante la década pasada. Este cambio en el uso de sustancias también se ha observado en encuestas de estudiantes de nivel medio y medio superior. Las drogas ilícitas son ahora, junto con el uso de alcohol, parte de las sustancias que se consumen en el país, entre la población general y entre usuarios de los servicios de salud, incluidos los Servicios de Urgencias (SU). En este contexto, las consecuencias por el uso de alcohol y drogas forman parte del actual perfil epidemiológico del mexicano.

      En el año 2000, entre la población de 15 a 64 años, el consumo de alcohol se relacionó con la segunda causa principal de muerte (cirrosis hepática) en México, la cuarta causa principal (accidentes, especialmente de tráfico), y la quinta causa principal (homicidios). El uso de sustancias se asoció con la quinta causa de muerte (homicidios) y con el SIDA (la séptima causa principal de muerte). Algunas de las consecuencias más importantes del consumo de alcohol o sustancias son los accidentes y la violencia que producen, ya sea directamente (por ejemplo, conductores ebrios) o indirectamente, a través del mercado ilegal del consumo de drogas. Estas consecuencias representan un desafío para el sistema de salud, especialmente para los servicios de urgencia. A pesar de esto, los datos que respaldan el impacto del consumo de sustancias y de alcohol son muy limitados en el país.

      Aunque durante los últimos 15 años se han realizado diversos estudios en México acerca del papel del consumo de alcohol en casos de urgencias médicas y traumáticas, estudios similares sobre el uso de sustancias han sido más escasos. Por lo tanto, es necesario realizar nuevas investigaciones que documenten el aumento del uso y la dependencia a sustancias y alcohol, así como su asociación con episodios violentos en los SU. En México, entre los pacientes lesionados, el consumo de alcohol se ha asociado más a los episodios violentos en comparación a la población general. La relación entre el uso de sustancias, con excepción del alcohol, y las lesiones derivadas de la violencia en el SU han sido más inconsistentes.

      Debido al incremento en el consumo de sustancias, es especialmente importante presentar datos al respecto y mostrar el patrón de consumo de alcohol en combinación con el uso de sustancias en el contexto del SU. Aquí se reporta un estudio sobre pacientes lesionados (n=744) que solicitaron atención en el servicio de urgencias de un hospital general en la Ciudad de México. Se reporta la prevalencia del consumo de alcohol y sustancias (consumo habitual y seis horas antes de la lesión). Además, la prevalencia de los trastornos por el uso de sustancias (dependencia), y el resultado de una prueba de tamizaje rápida sobre el abuso de sustancias en estos pacientes se reportan por primera vez en México.

      Se presentan también datos sobre el consumo de alcohol y sustancias entre las lesiones relacionadas con la violencia, así como el papel que cumple el consumo combinado de alcohol y sustancias ilícitas en una lesión. Los datos que aquí se muestran son parte de un estudio colaborativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre alcohol y lesiones. El estudio epidemiológico de la OMS fue llevado a cabo en 12 escenarios clínicos: Argentina, Brasil, Bielorrusia, Canadá, República Checa, la India, México, Mozambique, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Suecia. La muestra en México consistió en adultos mayores de 18 años, que ingresaron en forma consecutiva al servicio de urgencias y reportaron una lesión, en un periodo de seis y media semanas. Todos los pacientes elegibles en el SU fueron captados durante las 24 horas, en el periodo del 15 de enero al 28 de febrero de 2002, y se les invitó a participar en el estudio.

      Se les tomó la muestra de aliento y se les entrevistó (previo consentimiento informado) inmediatamente después de ingresar al SU. A los pacientes que estaban gravemente lesionados para ser entrevistados, se les dio seguimiento y se les entrevistó cuando se estabilizó su condición. Los datos se recolectaron a través de un cuestionario con una duración de 25 minutos, administrado por entrevistadores entrenados. En la entrevista se obtenían datos, entre otras preguntas, sobre el motivo de ingreso del paciente al SU, el uso de medicamentos con o sin prescripción médica en las seis horas previas al evento, uso de drogas ilícitas o no prescritas, o consumo de alcohol en las seis horas antes del evento, uso de drogas ilícitas o drogas no prescritas durante los últimos 12 meses, consumo de alcohol y drogas en los últimos 12 meses y características demográficas.

      En los pacientes que consumieron alcohol o alguna sustancia durante los últimos 12 meses, se exploró la dependencia en los últimos 12 meses. La tipología de frecuencia -cantidad para el consumo de alcohol en el último año fue usada y desarrollada de acuerdo con estudios previos en servicios de urgencias y se basó en la frecuencia habitual de la ingesta, y en el reporte del pacientes sobre el consumo de 12 o más copas, o 5-11 copas por ocasión. De acuerdo con nuestros resultados, la mayoría de los pacientes lesionados fueron hombres (60.0%) y menores de 30 años (48.8%). La media de edad fue de 35 años. Los pacientes se dividieron uniformemente entre casa- dos (39.4%) y solteros (37.6%). Casi un tercio de la muestra tenía educación primaria o menos, y muchos tenían pocos recursos económicos. Sólo 7.5% de los pacientes atendidos en este SU usó al menos una droga en los últimos 12 meses, 1.0% usó alguna sustancia seis horas antes de la lesión, 4.4% tuvo un puntaje positivo en la escala de tamizaje sobre problemas de drogas y 1.7% cumplió con los criterios de dependencia a las sustancias en los últimos 12 meses.

      Respecto al alcohol, 17.4% reportó consumo de alcohol en las seis horas previas a la lesión y 15.5% dio positivo en la medición de aliento alcohólico. La prevalencia de los problemas del alcohol fue de 24.8%, y 7.0% dio positivo para la dependencia al alcohol en los últimos 12 meses. Los pacientes atendidos en el SU por una lesión asociada a un acto de violencia tuvieron mayor probabilidad de reportar tanto uso de sustancias como trastornos por el uso de sustancias, así como reportar consumo de alcohol y trastornos por el uso de alcohol, en comparación con quienes presentaban una lesión que no fuera resultado de la violencia.

      Se encontraron estrechas relaciones entre los que reportaron uso de sustancias y/o trastornos por el uso de sustancias y los que reportaron consumo de alcohol y/o trastornos por el consumo de alcohol. Así, los pacientes que reportaron estar más involucrados con el consumo de sustancias también reportaron mayor consumo de alcohol. El uso de sustancias se ha vuelto más común entre los pacientes lesionados atendidos en el SU, según se aprecia por lo menos en esta muestra de pacientes de urgencias de la Ciudad de México. Finalmente, los datos sobre el uso de sustancias y sus trastornos asociados, los cuales se reportan por primera vez en México, sugieren que la dependencia a las drogas en pacientes del SU puede ser más alta de lo que se esperaba. Este es un punto importante que se debe explorar en futuras investigaciones. El tamizaje y el referir a los pacientes a tratamientos especializados son los pasos más importantes que se deben tomar en escenarios como los servicios de urgencia.

    • English

      After years of low baseline prevalence, substance use rose in Mexico during the last decade, according to nationally representative data from household surveys. This changing pattern is also evident among middle and high school students’ surveys. Illicit drugs are now joining alcohol use as part of the substances currently found among the general public and the clients of health care services in the country. In this context, alcohol and substance use and its consequences are now important parts of the current Mexican epidemiological profile. In the year 2000, among the population aged 15-64 years, alcohol was associated with the second leading cause of death (liver cirrhosis) in Mexico, the fourth leading cause (accidents, specially traffic-related), and the fifth leading cause (homicides). In turn, substance use was associated with the fifth leading cause of death (homicides) and with AIDS (the seventh leading cause). Some of the most important consequences of alcohol and substance use are the accidents and violence that they produce, either directly (i.e., drunken drivers) or indirectly through the channels of the illegal market of drug consumption. These consequences pose an important burden for the health system, specially for the emergency care delivered in emergency departments (ED). Despite this, data to substantiate the impact of both substance use and alcohol is very limited in the country. Although during the last 15 years there have been several studies in Mexico to address the role of alcohol use in trauma and medical emergencies, similar studies for substance use are much scarcer. Therefore, new research to document the extension of substance and alcohol use and dependence, as well as its association with violence related ED episodes is needed. Due to the increase in substance use, it is specially important to present data on substance use on itself, and to reveal the pattern of alcohol use in combination with substance use in the context of the ED consultation. In Mexico, among injured patients, alcohol use has been linked to violence-related episodes when compared to the general population. The relationship between substance use, other than alcohol, and violence-related injuries in the emergency room has been more inconsistent. A study of injured patients (n=744) seeking care in the emergency department of a public general hospital in Mexico City is reported here. Prevalence of alcohol and substance use (habitual use and use within six hours prior to the injury) is reported. Additionally, the prevalence of substance use disorders (dependence) and the result of a rapid screening test for substance abuse among these patients are reported for the first time in the country. Alcohol and substance use among violence-related injuries and the role of combined use of both alcohol and illicit substances on injury are addressed as well. The data reported here is part of the World Health Organization (WHO) Collaborative Study on Alcohol and Injuries, a multicountry epidemiological study carried out in 12 clinical settings in Argentina, Brazil, Belarus, Canada, China, Czech Republic, India, Mexico, Mozambique, New Zealand, South Africa, and Sweden. A sample of adult patients, 18 years and older, admitted to the emergency department and reporting an injury, was drawn from ED admission forms which reflected consecutive patient arrival in the ED over a six and a half-week period. All eligible patients attended at the ED during a 24 hour-period between January 15, 2002, and February 28, 2002, were approached to be breathalyzed and interviewed (with informed consent) as soon as possible after admission to the ED. Patients who were too severely injured to be interviewed in the ED were followed into the hospital and interviewed after their condition had stabilized. Data were collected using a questionnaire lasting about 25 minutes, administered by trained interviewers. Among other items, the interview obtained data on the condition which brought the patient to the ED, use of prescription or non-prescription medications within the six hours prior to the event, use of illicit or nonprescription drugs or use of alcohol within the six hours prior to the event, use of illicit drugs or non-prescription drugs during the last 12 months, alcohol consumption during the last 12 months and demographic characteristics. Patients who used alcohol or any other substance during the last 12 months were assessed for dependence in the last 12 months. A quantity-frequency (Q-F) typology for drinking during the last year was used as developed in prior studies in the emergency department; this is based on the frequency of usual drinking, and whether the patient reported consuming either 12 or more drinks or 5-11 drinks on one occasion. According to our results, most of the injured patients were males (60.0%) and under 30 years old (48.8%). The mean age was 35 years. Patients were fairly evenly divided between married (39.4%) and single (37.6%). Almost one third of the sample had only an elementary school education or less, and most had few economical resources. Only 7.5% of the patients attending this ED used at least one drug in the last 12 months, 1.0% used these substances within six hours prior to the injury, 4.4% scored positively on a drug problem screener, and 1.7% met criteria for substance dependence in the last 12 months. Regarding alcohol, 17.4% reported alcohol use within six hours prior to the injury and 15.5% were positive on the breathalyzer test. The prevalence of alcohol problems was 24.8% and 7.0% were positive for alcohol dependence in the last 12 months. Patients attending the ED with a violence-related injury were more likely to report substance use and substance use disorders, and to report alcohol use and alcohol use disorders than those with non-violent-related injuries. A close relationship was found between reporting substance use and/or substance use disorders and reporting alcohol use and/or alcohol use disorders, since patients who reported substance involvement were more likely to also report alcohol involvement. Finally, data on substance use and associated disorders in the ED, obtained for the first time in Mexico, suggest that drug dependence in ED patients may be higher than expected. This is an important topic that should be covered in future research. Screening patients and referring them to specialized treatment is an important step to be taken at ED scenarios in Mexico


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