Carlos Collado se aferra al último borde del sillón presidencial para no dejar el mando de la Comunidad murciana. Reprobado en un escrito firmado por 22 de los 24 diputados de su partido, buscó apoyos en Ferraz para parar el golpe. Una moción de censura presentada el miércoles pasado contra él por el PP parecía haber hecho reaccionar a los socialistas en su favor, pero al día siguiente, jueves, los mismos correligionarios de Collado, unidos a la oposición, decidieron mandarle a los tribunales. Efectivamente, los parlamentarios de la Comisión de Economía, por unanimidad, consideran que Collado fue el impulsor de una operación en la que la Comunidad se ha visto timada en 1.566 millones de pesetas; creen que el asunto puede ser constitutivo de delito y envían la documentación al Tribunal Superior de Justicia de la Región. Aún así, Collado sigue confiando en apoyos que le mantengan en la presidencia; pero nadie espera que lo consiga.
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