Entre los siglos XII y XIV se produjo un cambio fundamental en las relaciones de poder entre la aristocracia y la monarquía. Se analiza el caso particular de la fa-milia Lara. Al comienzo de este período su poder derivaba ante todo de su acceso directa al monarca y su control sobre el mismo. A lo largo del siglo X11 la riqueza de la familia se basaba principalmente en su posesión de tenencias, fruto más impor-tante de la influencia en la corte. Sin embargo, desde mediados del siglo X111, losefectos económicos del éxito castellano en la Reconquista, y especialmente la expansión de la administración real, provocaron que la vieja simbiosis entre la aristocra-cia y el rey fuera suplantada por un clima político de confrontación, caracterizado por la aceleración de la acumulación territorial por parte de los distintos linajes. La nueva estructura de poder aristocrático sobreviviría a la misma familia Lara, permaneciendo aún hasta la Edad Moderna, y encontrando formas de expresión en una cultura en la que, más que en cualquier otro país de Europa occidental, la autoridad y los valores de la nobleza fueron preponderantes.
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