María Vallet-Regí, Arístides Alarcón González, Enrique Gómez Barrena, Josep Anton Planell, Jacobo Silva Guisasola, Emilio Bouza Santiago
Las prótesis o dispositivos médicos implantables (DMIs) son piezas fabricadas con materiales naturales o artificiales destinadas a sustituir una estructura corporal y por tanto deben ser bien toleradas por los tejidos vivos. Los tipos de DMIs existentes y utilizables en el momento actual son muy variados y capaces de sustituir casi cualquier órgano humano. Un elevado pero impreciso porcentaje de españoles son portadores de uno o más DMIs a los que con frecuencia le deben su calidad de vida o su supervivencia. Los DMIs están construidos con tipos distintos de materiales que con frecuencia se combinan en una misma prótesis. Dichos materiales deben combinar su inocuidad para los tejidos humanos y una gran resistencia al desgaste. Su duración depende de muchos factores tanto del huésped como del tipo de prótesis, pero la gran mayoría duran más de 10-15 años o permanecen en funcionamiento incluso durante toda la vida del paciente. Los DMIs más frecuentemente implantados se ponen en el corazón o grandes vasos en las articulaciones, en las arcadas dentales o en la mama y sus complicaciones más frecuentes se clasifican en no infecciosas, particularmente el aflojamiento o intolerancia, e infecciosas. Las complicaciones, cuando ocurren, suponen un significativo aumento de la morbilidad, su reparación o sustitución multiplica el coste sanitario y, en ocasiones, pueden causar la muerte del enfermo. La lucha frente a las complicaciones de los DMIs se centra en la actualidad en el diseño de los mismos con nuevos materiales, más resistentes al desgaste y a la infección y en la utilización de sustancias antimicrobianas que se liberan desde dichos materiales. Su producción requiere equipos multidisciplinares técnicos, pero también una disposición por parte de la industria y de las autoridades sanitarias que no se dan frecuentemente en nuestra nación ni en la mayoría de las naciones europeas. La producción científica sobre prótesis y DMIs en España se estima por debajo del 2% de la mundial y verosímilmente por debajo de lo que corresponde a nuestro nivel de desarrollo socioeconómico. El futuro de los DMIs pasa, entre otros factores, por examinar el potencial papel de la Inteligencia Artificial en su diseño, del conocimiento de la regeneración tisular, de una mayor eficiencia en prevenir mejor las infecciones y de llevar más allá de los antimicrobianos los tratamientos alternativos como es el caso de la fagoterapia. Por estas y otras razones, la Fundación Ramón Areces convocó a una serie de expertos en distintas materias relacionadas con las prótesis y DMIs que respondieron y discutieron una serie de preguntas formuladas previamente por el Consejo Científico. Las líneas que siguen son el testimonio escrito de esas preguntas y de las respuestas frente a las mismas.
Prostheses or implantable medical devices (IMDs) are parts made of natural or artificial materials intended to replace a body structure and therefore must be well tolerated by living tissues. The types of IMDs currently available and usable are very varied and capable of replacing almost any human organ. A high but imprecise percentage of Spaniards are carriers of one or more IMDs to which they often owe their quality of life or survival. IMDs are constructed with different types of materials that are often combined in the same prosthesis. These materials must combine harmlessness to human tissues with high wear resistance. Their durability depends on many factors both on the host and the type of prosthesis, but the vast majority last for more than 10-15 years or remain in function for the lifetime of the patient. The most frequently implanted IMDs are placed in the heart or great vessels, joints, dental arches or breast and their most frequent complications are classified as non-infectious, particularly loosening or intolerance, and infectious. Complications, when they occur, lead to a significant increase in morbidity, their repair or replacement multiplies the health care cost and, on occasions, can cause the death of the patient. The fight against IMD complications is currently focused on the design of new materials that are more resistant to wear and infection and the use of antimicrobial substances that are released from these materials. Their production requires multidisciplinary technical teams, but also a willingness on the part of industry and health authorities that is not often found in Spain or in most European nations. Scientific production on prostheses and IMD in Spain is estimated to be less than 2% of the world total, and probably below what corresponds to our level of socio-economic development. The future of IMDs involves, among other factors, examining the potential role of Artificial Intelligence in their design, knowledge of tissue regeneration, greater efficiency in preventing infections and taking alternative treatments beyond antimicrobials, such as phage therapy. For these and other reasons, the Ramón Areces Foundation convened a series of experts in different fields related to prostheses and IMDs who answered and discussed a series of questions previously formulated by the Scientific Council. The following lines are the written testimony of these questions and the answers to them.
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