La elección de magistrados del "cuarto turno", por concurso entre "juristas de reconocido prestigio", se está convirtiendo en uno de los mayores escándalos de la Justicia española de los últimos años. Acusaciones de amiguismo, selección ideológica, vulneración del principio de igualdad... La sombra de la prevaricación planea sobre las altas cúpulas de la Justicia, cuyo ministro, Ledesma, no sólo no ha cumplido lo ordenado en dos sentencias condenatorias de la Audiencia Nacional, sino que "ajustó" las bases del concurso para seguir actuando con total impunidad.
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