Resumen de Co-creación y diseño colaborativo de entornos urbanos accesibles e inclusivos: un estudio de caso
La presente comunicación propone emplear metodologías de diseño colaborativo para la co-creación de entornos urbanos accesibles e inclusivos, mostrando un estudio de caso en el que, el arquitecto adquiere el rol de facilitador para la creación colectiva contando con la participación de los usuarios finales de estos espacios, que comprenden personas con diversidad funcional, en todas las fases del proyecto. Una investigación sobre experiencias previas en el ámbito de la co-creación colectiva ha puesto de manifiesto algunas problemáticas de diseño, provocadas principalmente por la insuficiencia de herramientas gráficas en la experiencia participativa, y la falta de conocimientos técnicos por parte de los participantes que hacía complicada la comprensión de los planos arquitectónicos y urbanos de las áreas a intervenir. Para solventar estas dificultades, tras la investigación, se ha establecido una metodología que involucra tecnologías de fabricación digital y herramientas gráficas para la representación, accesibles para todos los participantes, que ha enriquecido el proceso de co-diseño mejorando las propuestas urbanas. Aportando herramientas de fabricación digital y recursos para la representación gráfica, los participantes han podido realizar el análisis de las necesidades de las áreas urbanas estudiadas, e incluso propuestas que visualizan sus deseos sobre posibles espacios del habitar colectivo basados en necesidades reales. El estudio de caso nos lleva a establecer algunas conclusiones relevantes en este tipo de prácticas: el codiseño solo es posible cuando se valora el quehacer de las personas involucradas en la actividad y se genera una respuesta compartida que se basa en el entendimiento mutuo de todos los actores, dando como resultado un proyecto basado y creado en el aprendizaje desde lo colectivo, que permite ajustarse a las necesidades reales de los usuarios finales del espacio urbano. Además, el diseño participativo proporciona herramientas para que la ciudadanía adquiera mayor control sobre los beneficios que brindan los espacios de las ciudades, les permite reconocer el entorno y las problemáticas, demandar soluciones, aprender nuevas prácticas e incluso, promover el uso ambiental o cívico responsable de lo común, para diseñar espacios que impacten de manera positiva hacia unas ciudades más inclusivas y sostenibles. Estas soluciones halladas en conjunto redundan en proyectos más sensibles con el lugar y las personas que los disfrutan; son espacios de los que los usuarios suelen apropiarse afectivamente, dado que se han visto involucrados activamente en su diseño. Además, se produce un aprendizaje colectivo que apoya el desarrollo de la comunidad hacia un modo de organización más sostenible de manera autónoma, impactando positivamente en el comportamiento cívico de los ciudadanos y en su papel en la conservación y mantenimiento de los espacios urbanos.
