Pamplona, España
Entre 1964 y 1966 el arquitecto japonés Kazuo Shinohara diseñó y construyó una vivienda en Tokio, que él mismo denominó Casa de la Tierra. Se trata de una pequeña casa que, gracias a su singular configuración espacial y formal, representa el punto culminante en el interés que Shinohara había desarrollado a propósito del potencial creativo y emotivo que posee la tierra. El objetivo de este artículo es examinar el tratamiento arquitectónico y material de la tierra que el arquitecto implementa a través de esta vivienda. Se busca exponer los mecanismos espaciales que Shinohara emplea para desplegar el proyecto, y el modo en que estos condensan en una emocionante relación entre el acto de habitar la tierra y la memoria del habitante.
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