Elena Carrasco, J. Terzán, V. Alegre, T. Antonio
Los hormigones aluminosos son ampliamente conocidos por características como la resistencia a los sulfatos y/o al agua del mar, además de su rápido endurecimiento. Concretamente esta última propiedad fue la que propició su uso en elementos prefabricados (se alcanza en un par de días la resistencia que con cemento Portland se alcanza en un mes), aunque en determinadas condiciones ambientales se producen fenómenos de deterioro.
El retraso de la prohibición del uso de las viguetas con cemento aluminoso pretensadas trajo consigo su aplicación como elemento resistente en forjados, principalmente entre los años 1947 y 1965.
La reología del cemento aluminoso plantea la pregunta de si las pérdidas de pretensado no serán mayores con la transformación del aluminato y el aumento de la porosidad en el tiempo.
Para evaluar el comportamiento en servicio de los forjados de viguetas pretensadas de cemento aluminoso es necesario ensayar estas viguetas para definir el estado actual de los forjados de este tipo en edificaciones de entre 35 y 50 años de vida útil. Esto dio lugar en 1995 a un proyecto de investigación sobre metodologías de ensayo para la evaluación de pérdidas de pretensado en viguetas y semiviguetas pretensadas de cemento aluminoso para la CIRIT (1). Se ha considerado de interés poner en conocimiento los pocos resultados relativos a la posible pérdidas adicionales de pretensado y alguns conclusiones para concienciar de la importancia de su determinación para valorar cómo afectan principalmente al comportamiento en servicio.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados