En algún momento muchos de nosotros hemos tenido dificultades para acceder a un empleo estable y digno. Sin embargo, cuando lo conseguimos, a menudo somos indiferentes frente a nuestros compañeros y las personas que necesitan de nuestra labor. Esta actitud insensible, sumada a la poca oferta de empleo y a las altas tasas de profesionales que buscan uno, ha generado las condiciones para el surgimiento de una nueva clase social, el “precariado”. Sobre este tema profundizará el siguiente artículo.
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