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Resumen de Estudios sobre leishmaniasis tegumentaria en el Perú: V. Leishmaniasis natural en perros procedentes de localidades utógenas

Arístides Herrer

  • español

    Por espacio de algo más de tres años se han llevado a cabo observaciones en diversos animales domésticos en, la zona utógena de la provincia de Huarochirí, llegando a verificar infecciones naturales a leishmanias en 46 perros. Entre los animales de otras especies que fueran objeto de estudio figuran principalmente: gatos, burros, caballos y chanchos, en ninguno de los cuales se consiguió observar leishmanias. Durante el primer año de observaciones fueron revisados 469 animales en las respectivas zonas leishmaníasicas de los valles del Rímac, Canchacalla y Lurín. Por entonces se creía que la infección natural en los animales sería semejante a la humana en cuanto al aspecto macroscópico de las lesiones, esto es, con ulceraciones de la piel fácilmente reconocibles, cosa que en ninguna ocasión fuera posible observar. Pero como simultáneamente se efectuaran en el laboratorio (en Lima) ciertos estudios experimentales sobre la uta, principalmente tratando de determinar la susceptibilidad de los animales domésticos más frecuentes en las localidades utógenas, al germen etiológico de esta forma clínica de la Leishmaniasis tegumentaria, se llegó a conocer el aspecto que ofrecían algunas de las lesiones leishmaníasicas en el perro. En una nueva serie de observaciones, llevadas a cabo con el detenimiento que aconsejaban los citados estudios experimentales, fueron revisados un total de 621 animales, esta vez a lo largo de toda la zona utógena de la provincia de Huarochirí. Esta serie incluye 513 perros, en 46 de los cuales se logró verificar la infección, mientras que los restantes animales resultaron todos negativos. Aunque rutinariamente merecieran igual atención, cuando menos en lo que respecta al hocico y las orejas de los animales revisados, en los 46 casos el parásito fué hallado tan sólo en el hocico. Durante estos estudios se han llegado a conocer ciertos aspectos de la leishmaniasis natural en el perro, algunos de los cuales se mencionan a continuación: 1. De manera general las lesiones son benignas, llegando en algunos casos a no observarse alteración macroscópica alguna de la piel parasitada. Las raras lesiones ulceradas son bastantes superficiales, curan espontáneamente y con frecuencia no dejan cicatrices. 2. La leishmania que en forma natural parasita al perro, morfológicamente, ya sea en los cultivos o en los frotis de las lesiones, es idéntica a la que produce la uta en el, hombre (L. brasiliensis). 3. Parece que el parásito se localizara solamente en la piel de los animales infectados, desde que se han obtenido resultados negativos en una serie de cultivos hechos con la sangre de la vena yugular y con la de ciertos órganos internos. 4. En algunos casos se ha podido verificar la infección después de unos pocos meses de permanencia de los perros en las localidades utógenas. 5. La incidencia de la infección canina guarda un marcado paralelismo con el de la uta en el hombre, pero siendo por lo regular menor aquélla. No se ha encontrado perros infectados en lugares cuya incidencia leishmaníasica escolar fuera inferior al 20 por ciento. 6. Hay una notable semejanza entre la leishmaniasis natural del perro y la que se obtiene en forma experimental al inoculársele a este animal con cepas de leishmanias que proceden de casos de uta. 7. Con mayor o menor frecuencia de acuerdo con la endemicidad de las localidades, se observan coexistencia de casos de uta y perros infectados, especialmente en familias de pastores u otras personas que viven en el campo. 8. De idéntica manera a lo que sucede con perros infectados experimentalmente, los con infección natural no reaccionan cuando son inoculados intradérmicamente con el antígeno "leishmanina".

  • English

    During three or more years observations of several domestic animals were carried out in the utogenous zone of Huarochirí province, Lima, Perú, permitting the detection of spontaneous leishmania infection in 46 dogs. Other animals examined were cats, donkeys, horses and hogs, in none of which it was possible to find leishmania infection. In the first year of observations 469 animals were examined belonging to the leishmaniasis endemic zones of the following valleys: Rímac, Canchacalla and Lurín. Then, it was assumed that spontaneous or natural infection in animals would show the same ulcerative skin lesions as in man. This, was not confirmed. At the same time, however, experimental inoculations in animals were undertaken at the laboratory (Lima) with uta strains of leishmania. This permitted to know the real aspects of such leishmania infection in dogs. With this knowledge in mind a new series of 621 animals was studied in the whole utogenous zone of the Huarochirí province, among which 513 dogs were observed finding 46 of them naturally infected while the rest of the animals under study were negative. In all cases infection was detected only in the snout. These field studies of spontaneous or natural leishmania infection in dogs., permit the following statements: 1. Lesions are bening in general including, in some cases, without any macroscopic alteration of the parasitized skin. The few ulceratedlesions are superficial and frecuently heal spontaneously without leaving scars. 2. Morphologically it is impossible to differenciate the parasite found in dogs from that found in uta cases. 3. Cultures for leishmania made from yugular blood, as well as those made from heart, hver and spleen blood, were negative. 4. In some cases it was possíble to verify the infection in dogs that remained a few rnonths in endemic localities. S. There exists a noticeable paralelism between uta infection in man and natural leishmania infection in dogs. 6. There is a marked similarity between spontaneous leishmania infection in dogs with that experimentally produced through inoculations with uta strains of leishmania. 7. Specially in localities of high uta incedence it is possible to find dwelling together naturally infected dogs and uta cases. 8. Naturally infected dogs do not react to the skin test with "leishmanina" (a leishmania antigenic fraction).


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