Luis Fernando Balcázar R., Carmen Elena de la Hoz, Miriam Vargas, Raúl Argotte, Pablo Tróchez, María Teresa Ochoa
Antecedentes: El gran costo de las fuentes artificiales de luz UV las hace inaccesibles a muchos lugares que continúan usando el sol como fuente terapéutica de radiación UV. Aunque muy difundida, la terapia Puvasol tiene una fuerte base empírica que pocos han procurado eliminar.Objetivos: Cuantificar la intensidad de las radiaciones UVA, UVB y luminosidad emitidas por el sol. Hacer propuestas encaminadas a establecer la dosimetría de la terapia Puvasol.Métodos: Se efectuaron medidas de UVA, UVB y luminosidad a las 10 am, 12 m y 2 pm entre diciembre de 1991 y mayo de 1992.Resultados: Es posible planear con antelación los tratamientos Puvasol con base en dosis requeridas de UVA, UVB si previamente se tiene un valor promedio de éstas ondas a diferentes horas del día. En iguales condiciones, es al mediodía cuando se registran los valores más altos de UVA y UVB, pero éstos caen en forma abrupta hasta valores de poca aplicabilidad, si el sol está cubierto. Este mismo factor hace que ondas emitidas a las 10 am y 2 pm tengan valor terapéutico si el sol está despejado.
La luminosidad refleja con gran precisión el valor de UVA-UVB y eventualmente puede ser de gran ayuda en la dosimetría Puvasol.Conclusiones: El método Puvasol continúa siendo una buena opción terapéutica susceptible de ser mejorada. Se plantean algunas ideas para este fin y además se propone una tabla guía para dosimetría de fácil aplicación y disponibilidad.
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