Las Islas Baleares, consideradas herederas de las libertades del movimiento hippy de los años sesenta, son hoy la capital mundial de la tolerancia nudista. Mientras en Francia o en Italia se enzarzan en polémicas sobre playas acotadas y exclusivas, o sobre la obligatoriedad estética del bikini, la práctica del nudismo puede realizarse en cualquier bala o playa balear, mientras el denominado "textil" -en el argot, quien luce bañador-, se siente cada vez menos escandalizado. En Ibiza, Mallorca, Menorca o Formentera, las playas acotadas para la práctica del nudismo han pasado a mejor vida.
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