Resumen de Las malas compañías
Miren ustedes, yo creo que en el fondo nuestros socialistas son buenos chicos. Tienen deseos de acertar, y cuando no aciertan no es por mala voluntad, sino porque no atinan. Si les sale algo mal o algún tiro por la culata, se extrañan mucho, porque, como dice don Adolfo Suárez, se sorprenden que las cosas no vayan divinamente siendo ellos los que gobiernan. Lo que les sucede a estos chicos es que tienen malas compañías. No se atreven a romper con las malas compañías, y en cuanto se les ocurre una buena idea, llegan las malas compañías y se la quitan de la cabeza. Ahora les ha dado por juntarse mucho con Daniel Ortega, y hasta han aprendido de él a irritarse con las críticas. O sea, con la "contra".
