El objetivo del presente trabajo es analizar la transmisión de valores, considerada parte fundamental de la formación por potenciar creencias y cualidades, en dos versiones. Por un lado, los emergentes en el Estudio de los jóvenes españoles 2006 desde su propia mirada, y, por otro, los que podemos denominar valores universales (Seligman, 2002) o transversales a todas las culturas por considerarlos base de crecimiento positivo y de realización del ser humano.
Inicialmente establecemos una comparación entre los valores universales que transcienden el momento contemporáneo, y, la percepción de sí mismos de los jóvenes como producto de la adquisición de valores en nuestra sociedad.
Posteriormente, mostramos la experiencia de dos grupos pequeños de reflexión con jóvenes estudiantes universitarios a través de su feed-back final. La práctica constó de sesiones de hora y media, durante nueve semanas.
Exploramos su percepción en este ámbito a través de autoinformes en los que describen su experiencia personal. Observamos en su elaboración como asocian su vivencia grupal a una forma diferente de aprendizaje desligada de los procesos de crecimiento académico, de promoción de competencias y de rendimiento. Ponen de relevancia la adquisición de valores que aumentan su capital psicológico y social desde la comprensión de la atención consciente, de la experiencia hacia sí mismos y los otros, la tolerancia, la mentalidad abierta, pasar de lo superficial a temas trascendentes, o, apreciar el proceso grupal como un regalo inequívoco en su formación. Finalmente, hacemos algunas consideraciones finales y cuestiones sugerentes para una discusión.
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