El sudor es uno de los más primitivos medios de comunicación. Pero también puede llegar a convertirse en una tortura para aquellos que padecen determinados tipos de alteraciones, entre las cuales la más extrema y, probablemente, la más desconocida, es la denominada "síndrome del olor a pescado podrido": quienes lo sufren eliminan a través de la orina, la saliva, las secreciones genitales y, sobre todo, el sudor, una sustancia de un olor tan nauseabundo que da nombre al síndrome, pero para el que la medicina parece haber encontrado una solución.
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