Andan revueltas las aguas de la banca. Las noticias se mezclan con los rumores a una velocidad de vértigo. Todo vale a pesar de que el próximo día 25 la foto de familia de los banqueros junto a Luis Ángel Rojo dará una imagen de cohesión. La guerra ha estallado de nuevo. Una batalla se da en los despachos, la de la información, y la otra en la calle, esta vez por los créditos personales. Los márgenes se reducirán y los beneficios se pondrán más caros. Todos se ven obligados a jugar un partido en el que no sólo habrá vencedores y vencidos, sino que, además, puede haber algún lesionado.
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