El presente artículo propone que Los detectives salvajes, del novelista chileno Roberto Bolaño, revela una forma no antropocéntrica de construir la temporalidad. Desde el concepto de lo espectral de Jacques Derrida, en Espectros de Marx, lo unheimlich de Sigmund Freud y la noción de materia vibrante de Jane Bennett, en Vibrant Matter: A Political Ecology of Things, se muestra la forma en que un automóvil Impala, en su condición de objeto y de espectro, indetermina la aparente temporalidad lineal de la novela. Esto permite dar cuenta de cómo la novela apunta a una reflexión de los cuerpos no humanos como generadores de afectos, ya que son capaces de desmontar concepciones lineales (y eminentemente antropocéntricas) de la experiencia temporal.
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