Mercé Sala, presidenta de Renfe, ha ejecutado una reestructuración directiva en la compañía ferroviaria que ha suscitado una cierta estupefacción en algunos ferroviarios. Entre otras cosas, ha declarado "sobrantes" y sin trabajo definido a 20 directivos de la Unidad de Largo Recorrido y 52 de la Unidad de Mercancías. Sus sustitutos son, en general, hombres procedentes en su mayoría de empresas ajenas a Renfe, como Inisel, Palmolive o Schewppess. Entre los nuevos cargos, y al margen del ya conocido caso de Juan Fernández, ex maquinista, nombrado director general de Recursos Humanos, otro maquinista, José Ángel Méndez, ha sido ascendido a director de Recursos Humanos de la UNE de Mantenimiento de Material Rodante y, al mismo tiempo, Pedro Greciano Ruiz, ex-camarero de la contrata que explotaba la cantina del Paseo del Rey, en la estación de Príncipe Pío, donde comían los directivos de personal de Renfe, es ascendido a Jefe de Ventas.
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