Afirma que va poquito a poquito, pero lo cierto es que su nombre ya se ha hecho un hueco entre los grandes de Hollywood. Asegura también que está cansado, que quiere parar, pero al mismo tiempo está convencido de que próximamente conseguirá papeles estelares en el mercado norteamericano. Y lo dice con la naturalidad y la frescura que siempre le ha caracterizado, porque ni la fama ni el triunfo parecen haber cambiado a Antonio Banderas, ese muchacho con espíritu de artista que salió de Málaga dispuesto a comerse Madrid y que ha conseguido encandilar a la industria cinematográfica más competitiva del mundo.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados