Basándose en datos toponímicos, Joseph-Maria Piel estableció un área lingüística, la Gallaecia Magna, que consideró el territorio donde nacieron el gallego y el portugués. Esta región ocupaba un amplio cinturón costero que se extendía, aproximadamente, desde Aveiro (Portugal) hasta Xixón (Asturias). Curiosamente, hoy en día la parte más oriental de este territorio habla asturiano. Mientras que los historiadores del gallego y del portugués han hecho hincapié en las relaciones entre estas dos lenguas, el asturleonés ha sido tradicionalmente agrupado con el castellano; sin embargo, la multitud de rasgos dialectales compartidos tanto por el gallego como por el asturleonés han sido generalmente infravalorada. Estos rasgos solo pueden entenderse si se tiene en cuenta la existencia de intensas relaciones sociales e históricas entre los habitantes de estas zonas. Un rasgo lingüístico compartido por ambas lenguas que demuestra estos vínculos sociales es la expresión del 3Pl en el pretérito perfectivo de indicativo de los verbos gallegos y asturianos, es decir, formas como cantano ‘cantaron/han cantado’. Rasgos como este permiten agrupar ambas lenguas frente al portugués y el castellano y ayudan a iluminar la historia lingüística del noroeste peninsular. Además, el análisis histórico de esta variable podría tener conclusiones interesantes para la teoría de la morfología.
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