Introducción. Los movimientos oculares durante la lectura reflejan la dificultad de procesamiento del texto y la habilidad del lector. El rastreo ocular permite analizar los procesos lectores, pero aún no se ha aplicado en nuestro país a la comprensión de textos en escuelas primarias. Objetivos Examinar la relación entre los movimientos oculares y la comprensión de textos a nivel literal e inferencial en niños de segundo a quinto grado. Analizar la relación de estas variables con la inteligencia fluida, la flexibilidad cognitiva y el contexto socioeducativo. Metodología. Participaron del estudio 363 niños de segundo a quinto grado, de entre 7 y 11 años que cursaban. La escala de oportunidades educativas indicó que 42.7% asistía a una escuela de nivel socioeconómico bajo, y el resto a una de nivel medio. Los niños completaron una batería de pruebas computarizadas que incluyó: eltest LEE (comprensión de textos), Matrices de Raven (inteligencia fluida) y el Trail Making Test B (flexibilidad cognitiva). Durante la evaluación, se registraron los movimientos oculares mediante un eye-tracker con una frecuencia de sampleo temporal de 90 Hz. Resultados. Según el análisis de senderos, la comprensión literal se asoció a: mayor inteligencia fluida, flexibilidad cognitiva y tiempos más veloces de lectura. Fueron predictores de la comprensión inferencial: la inteligencia fluida y los tiempos promedio de fijación. Los efectos del grado y el contexto socioeducativo sobre la comprensión estuvieron mediados por el funcionamiento cognitivo, la velocidad lectora y los tiempos de fijación. Discusión. La comprensión mejoró con el grado y el nivel socioeducativo, estos efectos pueden ser explicados por las diferencias a nivel cognitivo y reflejados por los movimientos oculares. El nivel literal se asoció específicamente a la velocidad de lectura y el inferencial a la eficiencia del acceso léxico-semántico (indicado por el tiempo de fijación).
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