El año del adiós al transbordador

• Autores: David Corral Hernández
• Localización: Revista de aeronáutica y astronáutica, ISSN-e 2341-2127, ISSN 0034-7647, Nº. 810 (en.-feb.), 2012, págs. 62-69
• Idioma: español
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  • El año pasado celebramos los 50 años del famoso “Poyéjali” (“vámonos”) de Yuri Gagarin en su viaje hacia el Cosmos a bordo del Vostok 1. El 12 de abril de 1961 este cosmonauta soviético se convirtió en el primer ser humano en salir de nuestro planeta y llegar al espacio. Veinte años después hacía su viaje inaugural otro hito de las misiones tripuladas, el transbordador espacial de la NASA. Fue el primer vuelo espacial tripulado de los EE.UU. desde el proyecto Apollo-Soyuz de 1975. Sus vuelos duraron hasta el 2011, año en el que la NASA retiró del servicio activo a la flota dejando a Estados Unidos sin transporte propio para vuelos tripulados hasta la llegada de las nuevas sondas. Rusia ha perdido mucha de su histórica fiabilidad al sufrir varios errores en sus lanzamientos, aunque sigue siendo destacado partícipe en el mercado de lanzadores con su amplia gama de cohetes. Destacada va China, que ya supera en lanzamientos a las dos grandes potencias y ha puesto en órbita el germen de su primera estación espacial y ha activado su sistema de navegación Beidou ("Brújula"). Europa mantiene su compromiso científico y gana terreno en el sector de lanzadores al contar con los Ariane, Soyuz y Vega desde Kourou. Y es que el mercado de lanzadores promete ser jugoso a lo largo de los próximos años. Euroconsult ha previsto que alrededor de 1.145 satélites serán construidos y lanzados hasta 2020 con unos ingresos procedentes de la fabricación y lanzamiento de estos satélites de 196.000 millones en todo el mundo. Por su parte, La consultora británica NSR ha calculado en su estudio “Global Satellite Manufacturing and Launch Markets” que podrían lanzarse 1.600 nuevos satélites hasta el 2025, lo que representa unos 110 satélites al año durante 15 años con una cifra de negocio que supera los 250.000 millones de dólares, llevándose Estados Unidos y Europa más del 50% del mercado.