Tres experimentados capitanes, pilotos del F-5 deben volver a la Academia General del Aire como profesores de vuelo. Atrás quedan los ges, los mach, zahones, cascos rígidos, y todo lo relacionado con una unidad de combate. Su regreso a la academia significaba una cura de humildad, una vuelta a los procedimientos básicos del vuelo y un esfuerzo por transmitir conocimientos y experiencia. Un año en el que, entre otras conclusiones, estuvieron seguros de que habían recibido mucho más de lo que entregaron
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