Las heridas se pueden clasificar según la morfología, profundidad, complejidad, localización, agente etiológico y riesgo de infección. Para el tratamiento adecuado de las heridas se precisa un manejo de urgencias adecuado, material y técnica de sutura correctos. Hay que destacar los diferentes tipos de materiales para su tratamiento y asegurarse de una cobertura adecuada en casos de pérdida de sustancia. Las heridas pueden cerrar por primera, segunda o tercera intención. La cicatrización de la herida va a depender de las características de la misma así como de factores del paciente. Una herida quirúrgica es toda solución de continuidad de piel y tejidos provocada por el cirujano con el fin de acceder a cualquier territorio del organismo. Las heridas quirúrgicas se pueden complicar a corto y a largo plazo. Existe una serie de factores predisponentes para cada una de estas complicaciones y deben ser tratadas de forma específica. En el manejo de la herida quirúrgica en traumatología resulta fundamental la valoración del paciente, las incisiones y técnica quirúrgica, la correcta sutura y tratamiento postoperatorio. En traumatología las posibles complicaciones derivadas de la mala cicatrización e infección de la herida quirúrgica puede dar lugar a situaciones catastróficas por afectación de planos profundos, como es el caso de las fracturas abiertas, por lo que resulta fundamental una serie de medidas en el manejo de las mismas.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados