El apelativo cariñoso que, como título de la entrevista, le he colocado al futbolista José Luis Pérez Caminero (Madrid, 1967) es sólo un juego de palabras a propósito del barrio madrileño en el que ha nacido. Leganés, y el famoso, y misterioso, monstruo del Lago Ness. Lo cogen, ¿no? Creo que hay un chiste sobre eso. Pero este mozo espigado y con perilla con el que charlo en el restaurante del Atlético de Madrid, el club en el que milita, al día siguiente de volver con la selección española de los Estados Unidos, no tiene nada de monstruo. Sencillamente, se ha convertido en la figura del equipo nacional, aunque él, que exhibe una modestia infrecuente, me dice que en la selección no hay estrellas...
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