Freddy Fabian García Alejandro, Félix Israel Peñafiel Loor
, Gabriela Cristina Chávez Vuele
, Angel Zhengzhong Chen Cedeño
La apendicitis en niños representa una inflamación aguda del apéndice, generalmente desencadenada por la obstrucción de su luz. Esta obstrucción puede ser secundaria a hiperplasia linfoide, fecalitos y, en menor proporción, a cuerpos extraños o parásitos. Estos factores bloquean el drenaje de las secreciones apendiculares, incrementando la presión intraluminal. Este aumento en la presión afecta el flujo sanguíneo, causando isquemia de la mucosa y debilitando su barrera protectora. Como consecuencia, las bacterias invaden y proliferan en el tejido, intensificando la inflamación y generando pus. La infección progresa rápidamente, comprometiendo toda la pared del apéndice. En ausencia de tratamiento oportuno, esta inflamación puede llevar a perforación, liberando bacterias comúnmente, escherichia coli, y contenido intestinal en la cavidad abdominal, desencadenando peritonitis, una complicación crítica. Clínicamente, los niños suelen presentar dolor abdominal que comienza de forma difusa y luego se localiza en el cuadrante inferior derecho, acompañado de fiebre, náuseas y vómitos. Sin embargo, la presentación puede ser atípica, dificultando el diagnóstico temprano. Dado que la apendicitis en niños puede evolucionar de forma rápida hacia la perforación, el reconocimiento temprano de sus síntomas y el tratamiento inmediato son esenciales para evitar complicaciones graves y mejorar el pronóstico en esta población. La apendicitis aguda es la principal causa de abdomen agudo en pediatría, con una incidencia global de 7 a 12 casos por cada 10,000 personas, siendo más común en adolescentes. Aunque la apendicectomía es un procedimiento frecuente, el diagnóstico puede complicarse por condiciones anatómicas atípicas como el situs inversus y dextrocardia, donde los órganos se encuentran en posiciones invertidas. Esto puede llevar a una presentación clínica atípica, como dolor en el cuadrante inferior izquierdo, dificultando el diagnóstico y aumentando el riesgo de complicaciones graves como perforación y peritonitis
Pathophysiology of appendicitis in children is an acute inflammation of the appendix, generally triggered by luminal obstruction. This obstruction may be secondary to lymphoid hyperplasia, fecaliths, and, to a lesser extent, foreign bodies or parasites. These factors block the drainage of appendicular secretions, increasing intraluminal pressure. This pressure increase affects blood flow, causing mucosal ischemia and weakening its protective barrier. As a result, bacteria commonly, escherichia coli, invade and proliferate in the tissue, intensifying inflammation and generating pus. The infection progresses rapidly, compromising the entire wall of the appendix. Without timely treatment, this inflammation can lead to perforation, releasing bacteria and intestinal contents into the abdominal cavity, triggering peritonitis, a critical complication. Clinically, children usually present with abdominal pain that initially diffuses and then localizes in the lower right quadrant, accompanied by fever, nausea, and vomiting. However, presentation may be atypical, making early diagnosis challenging. As pediatric appendicitis can quickly progress toward perforation, early symptom recognition and prompt treatment are essential to avoid severe complications and improve prognosis in this population. Acute appendicitis is the leading cause of acute abdomen in pediatrics, with a global incidence of 7 to 12 cases per 10,000 people, being more common in adolescents. Although appendectomy is a common procedure, diagnosis can be complicated by atypical anatomical conditions like situs inversus and dextrocardia, where organs are in inverted positions. This can lead to atypical clinical presentations, such as pain in the lower left quadrant, complicating diagnosis and increasing the risk of severe complications like perforation and peritonitis.
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