Celia Guilarte Calderón de la Barca
La descentralización artística es un fenómeno que tiene más de antiguo que de nuevo y la historia del Museo del Prado así lo ilustra. Variable, azaroso y casual, el Prado Disperso nació de la adhesión del Museo de la Trinidad en el siglo xix y fue creciendo a la sombra de la gran pinacoteca, entendido como un no-museo lleno de contradicciones. Lejos de los aspectos puramente administrativos, este texto analiza el tema desde dos perspectivas diferentes, pero profundamente entrelazadas: la artístico-museística y la político-institucional
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