Después del colapso del comunismo, ha emergido paulatinamente en Bulgaria un nuevo pensamiento estratégico. El lento devenir de este proceso quedó reflejado en la reforma real de la seguridad y la defensa. Así, hasta 1998 el sector de la seguridad no estuvo guiado por una visión y unos principios coincidentes con la elite política y la sociedad civil. No fue hasta el año 2000 cuando tuvo lugar el consenso político sobre las políticas de seguridad. En los últimos años, la transición búlgara se ha guiado por el objetivo de conseguir ser miembro de la OTAN y de la Unión Europea. También el contenido de sus políticas de seguridad y defensa han estado determinadas por estas dos instituciones. Ahora que el ingreso en ambas es sólo una cuestión de tiempo, acompañada de la continuidad de las políticas diseñadas para preparar su adhesión, Bulgaria se enfrenta al reto de formular su política de seguridad en la carrera hacia la adhesión. Parece que Bulgaria se enfrenta a dificultades en la formulación y aplicación de las nuevas políticas de seguridad dentro del marco de la OTAN y en el nuevo contexto de seguridad mundial.
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