¿Quien se lo iba a decir al Mossad? Durante décadas persiguiendo a Arafat, elaborando planes y consumiendo recursos en el vano esfuerzo de acabar con su vida, para terminar protegiendo al "Viejo". Tras largos años de forzado exilio, el líder histórico de la OLP ha vuelto a pisar tierra palestina y se dispone a gestionar la autonomía de Gaza y Jericó, preámbulo de lo que, con el tiempo, aspira a convertirse en un verdadero estado. De momento, la emoción del regreso y la gloria de la bienvenida eclipsan a los verdaderos problemas, pero a nadie se le escapa de poner en marcha es un proceso político delicado y complejo, que no será nada fácil la conciliación de los intereses y aspiraciones divergentes del Gran Israel y de la Gran Palestina.
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