El pan y el vino, los dos elementos de la eucaristía, tienen una cosa en común: ambos contienen levadura y ello es lo que les hace crecer y transformarse. El evangelio también contiene dentro de sí su propia modalidad de levadura, y esta levadura cobra vida, crece y cambia cuando cae en las manos de personas como Henri. El mensaje de Nouwen ha penetrado en el mundo, pero está destinado a ir todavía más lejos. Debe llegar a más gente y también debe penetrar más profundamente en los corazones de cada uno de los que ya hemos sido tocados por el mismo. Para ello hará falta tiempo y oración, y también hablar de ello. Tal vez este libro pueda ayudar a algunos de nosotros a avanzar un paso más en esta dirección.Es difícil pensar en otra figura que combinara tan perfectamente la inspiración divina y la humanidad variopinta y enloquecida. Era un tesoro en un recipiente de barro. Que la bendición de Dios descienda sobre él.Estos párrafos extraídos de la Conclusión podrían resumir el propósito de este libro, escrito por otro profesor de espiritualidad y amigo personal de Nouwen, que pone el énfasis en la dimensión profética y la esencia del legado espiritual de uno de los mayores líderes espirituales del siglo XX. Un hombre que siempre dio la impresión de desear mucho más la intimidad que la adulación y para el que la espiritualidad se convirtió en su teología y en su psicoterapia.Michael O Laughlin fue profesor de teología y ayudante de Nouwen en la Divinity School [facultad de teología] de la universidad de Harvard. Actualmente es director espiritual del Healing Centre [Centro de Sanación] de Arlington (Massachusetts).
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