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Arquitecto y profesión. Vol. 1.: Cómo conseguir más y mejores proyectos

Imagen de portada del libro Arquitecto y profesión. Vol. 1.

Información General

  • Autores: Gonzalo García Muñoz,
  • Editores: Barcelona : Editorial Gustavo Gili, S.L.
  • Año de publicación: 2006
  • País: España
  • Idioma: español
  • ISBN: 84-252-2149-8
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)

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Índice




  • Índice de contenidos:


    Prólogo


    Qué esperan los clientes del arquitecto. Naturaleza de la profesión

    El arquitecto como integrador

    El arquitecto como técnico

    El arquitecto como artista

    El arquitecto como experto

    El arquitecto como profesional

    El arquitecto como competidor

    El arquitecto como empresario

    El sector de los estudios de arquitectura

    Estructura del negocio de los estudios de arquitectura


    No hay suficientes encargos. El marketing de servicios

    El precedente de la industria

    La industria se pone a competir

    El punto de vista del cliente

    El marketing de servicios

    La conexión de los arquitectos con sus clientes


    Lo que compran los clientes. El producto del arquitecto

    El producto del arquitecto

    La pericia

    El cliente en el producto del arquitecto

    El arte en el producto del arquitecto

    Los problemas como producto del arquitecto

    El valor de ser experto

    Hacer que el producto sea tangible

    La conexión emocional

    La confianza

    La garantía

    Los proyectos como producto del arquitecto

    Otras profesiones con producto parecido


    Cómo lograr clientes satisfechos. Calidad técnica y funcional

    La satisfacción del cliente

    La materia del servicio

    La forma del servicio

    La calidad

    Factores determinantes de la calidad

    Transmisión de la calidad


    Cómo ven los clientes al arquitecto. Posicionamiento

    Visión

    Personalidad

    Imagen

    Posicionamiento

    Ejemplos de posicionamiento


    Dónde están los clientes. Mercado

    El mercado de los arquitectos

    Los clientes

    Encontrar a los clientes

    Segmentar

    Nichos


    Darse a conocer. Comunicación

    Introducción

    Mensaje

    Medio

    Diseño progresivo de la comunicación

    Plan de comunicación


    Conseguir encargos en firme. Vender

    Venta

    Cerrar la venta

    Vendedores


    Plan para aumentar y mejorar los encargos. Plan de marketing

    Un resumen: SED

    Un ingrediente esencial: creérselo

    Análisis de la situación actual

    Diagnóstico

    Estrategia: objetivo a largo plazo

    Objetivos anuales

    Ideas para el plan de marketing


    Bibliografía


Descripción principal


  • Este libro es una aplicación novedosa de las técnicas del marketing de servicios a los despachos de arquitectura. Estas técnicas, hoy imprescindibles en cualquier ámbito empresarial, no forman parte de la formación de los arquitectos y, por tanto, no se tienen en cuenta en la mayor parte de los estudios o despachos de arquitectos. Este volumen desarrolla el marketing de servicios aplicado a la arquitectura, con el objetivo de que los arquitectos mejoren el número y la calidad de los encargos y proyectos de su estudio, y puedan competir con ventaja en las nuevas circunstancias profesionales, aprovechando al máximo las oportunidades.

    Escrito con un estilo ameno y descriptivo, e ilustrado con numerosas y explícitas imágenes, este libro se dirige a los profesionales de los estudios de arquitectura de cualquier tamaño, pero resulta de especial utilidad para los despachos pequeños y medianos, dirigidos por arquitectos sin una formación empresarial o económica específica. Los estudiantes de arquitectura también encontrarán en él una herramienta excepcionalmente útil para su futuro profesional.

Extracto del libro



  • Texto del prólogo:

    ‘Prólogo

    Los arquitectos constituyen un grupo singular entre los titulados españoles, ya que res-ponden a un perfil humano característico y gozan de una fuerte identidad que les sin-gulariza y aúna.

    Tienen, por ejemplo, gustos muy definidos, hasta el extremo de que resulta posible, al entrar por primera vez en una vivienda, deducir por su contenido que alguno de sushabitantes es un arquitecto. Comparten un modo apasionado de observar y comprenderla realidad, una gran sensibilidad formal y bastante seguridad en sus propios juicios.

    La causa de tal singularidad colectiva es, probablemente, la presencia en su plande estudios de una asignatura cautivadora que ocupa, desde hace generaciones, un ele-vado porcentaje del tiempo lectivo y de trabajo personal de los estudiantes de arquitectura: la asignatura de Proyectos.

    Esta asignatura, hacia la que se orientan muchas de las demás, consiste en escuchar algo, observar más, analizar bastante y trabajar personalmente mucho más de loque ningún otro universitario dedica a cualquier asignatura a lo largo de su carrera,en un proceso creciente y continuo de síntesis que tiene una gran eficacia formativa.

    Las escuelas de arquitectura han perfeccionado un método muy eficaz para su enseñanza, un método activo que consiste en simular un encargo a los alumnos, quienesdeben preparar un proyecto tras otro a lo largo de los cursos. Los profesores, en lugar de las habituales disertaciones propias de otras asignaturas, pasean entre las mesas de los alumnos comentando con cada uno el desarrollo de su trabajo. Los arquitectos de másrenombre se encargan de las cátedras de Proyectos.

    Esta concentración de energía docente se une a una realidad que la refuerza: la arquitectura está llena de belleza y de posibilidades de intervención en la sociedad, que son dos motivaciones a las que los alumnos son sensibles. Como resultado, las escuelas de arquitectura españolas consiguen cada año el milagro de incorporar unos centenaresde alumnos de procedencia muy variada y entregar a la sociedad, cinco o seis años más tarde, promociones enteras de personas capaces de apreciar la belleza y de organizar espacios con resultados estéticamente aceptables. Este es un logro realmente valioso.

    La ignorancia inicial de los estudiantes, la eficacia del método y la subjetividad implícita en las valoraciones y juicios estéticos, hacen que profesores y estudiantes procuren aferrarse a estilos que les proporcionan referencias; unos se limitan a imitarlos y algunos los comprenden e interpretan. Estos últimos son luego capaces de iniciar nuevas tendencias, son más inseguros y más receptivos. La mayoría, refugiados en un repertorioformal que han tomado prestado, aspiran, como máximo, a cambiar periódicamente demodelo para estar a la moda.

    Las demás asignaturas han mantenido el método tradicional y han ido perdiendo interés y peso en las fuentes de prestigio de las escuelas, por lo que la de Proyectos resultamucho más atractiva e importante que cualquier otra, y ha dado validez a un postuladono escrito que dice “destaca en proyectos y serás buen arquitecto, aunque de lo demás sólo sepas lo justo”.

    Una polarización tan extrema implica a menudo el descuido de otros conocimientos esenciales para el desarrollo profesional, especialmente porque los profesores de proyectos suelen despreciarlos. No es frecuente que se descuide el conocimiento de las estructuras, pero la construcción tiene cada día menos importancia y la normativa (que luego es una de las protagonistas principales del trabajo de muchos arquitectos) se descuida sistemáticamente.

    Las técnicas de gestión que cualquier empresario conoce antes de abrir su empresa,aunque sólo sea por el contacto con otras en las que ha trabajado, con las que ha cola-borado o de las que ha leído algunas páginas, son a menudo desconocidas para los arquitectos recién titulados.

    Así estaban las cosas cuando finalicé la carrera de arquitectura en 1969, cuando lascondiciones de trabajo de los arquitectos eran ventajosas: una fuerte demanda por partedel mercado, un producto obligatorio por ley, exclusivo de los arquitectos, unas tarifasde honorarios reguladas y un sistema de cobro garantizado por el colegio. Podíamoselegir encargos e imponer nuestras convicciones a nuestros clientes, ya que no teníanmucho donde elegir.

    Estas condiciones se han mantenido durante muchos años y han propiciado generaciones de arquitectos seguros de sí mismos, que han perdido de vista los intereses de susclientes y les han permitido trabajar sin prestarles mucha atención.

    Como lógica contrapartida a este hecho, han ido apareciendo en el mercado generaciones de clientes convencidos de que el servicio de los arquitectos sólo tenía el fundamento de la obligatoriedad, por lo que estaban deseosos de librarse de lo que percibíancomo una tasa, un pago a cambio de poco o nada.

    En 1997 se eliminaron los baremos oficiales de honorarios y las limitaciones deontológicas al marketing, así como el pago obligado a través de los colegios.

    Cuando escribo este libro no se percibe ningún cambio en los métodos docentes nien las motivaciones, en las fuentes de prestigio ni en la escala de valores de muchosarquitectos. Pero han cambiado unos componentes esenciales de aquel entorno: el producto no es tan obligatorio, las tarifas de honorarios y el cobro garantizado han sidoeliminados, y la oferta ha superado con mucho a la demanda. Los clientes tienen dondeelegir. El número de arquitectos crece cada año, el de proyectos no, así que los encargos escasean. Hay que luchar por conseguirlos, o sea, competir.

    Además, cada año aumentan las exigencias legales y de mercado que reclaman estudiar más y más componentes en cada encargo; el trabajo a realizar es mayor.

    La seguridad que los arquitectos tienen en cuestiones formales, decididamente superior a la de los demás ciudadanos, hace que la comunicación entre ellos y sus clientessea difícil, al igual que lo sería la comunicación sobre viajes entre los astrofísicos y losmarineros.

    La coincidencia de esos hechos define un escenario novedoso para el ejercicio profesional de los arquitectos: tenemos que competir, podemos hacer marketing y fijar libremente nuestros honorarios. Es un escenario congruente, pero pocos arquitectos estánpreparados para desenvolverse en él. La mayoría no saben cómo competir con ventaja,por lo que recurren a recursos primarios, cuyos efectos son pobres o negativos. En un clima competitivo, acostumbrado a proveedores cada día más eficientes, un proveedorsin métodos, caro y desconectado de su mercado corre un serio riesgo de ser rechazado.

    Este manual se propone resumir en sus páginas lo más sustancial de las técnicas degestión necesarias para sobrevivir en ese entorno competitivo, y también constituir unabase para otras lecturas más especializadas que el lector decida acometer con el objetivo de perfeccionar su empresa, su estudio de arquitectura.

    Gonzalo García, Madrid, 2006’

    Copyright del texto: sus autores
    Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL


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