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Dos días de setiembre .

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  • [EDICIÓN CONMEMORATIVA DEL 35 ANIVERSARIO DE LA COLECCIÓN CLÁSICOS CASTALIA, EN FORMATO MAYOR Y ENCUADERNADA EN TELA CON SOBRECUBIERTAS DE PAPEL Y ACETATO]DOS DÍAS DE SETIEMBRE de Caballero Bonald contribuyó de manera poderosa a renovar el panorama narrativo español a comienzos de la década de los sesenta del siglo XX.Su afortunada técnica constructiva, siempre al servicio de unos asuntos profundamente humanos y sociales, está redefiniendo el estatuto de la novela moderna y abriendo caminos y perspectivas de plena vigencia en nuestros días.EL EDITOR: FRANCISCO GUTIÉRREZ CARBAJOEs profesor de Literatura Española de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Ha publicado ediciones de Peribáñez y el Comendador de Ocaña, de Lope de Vega; Relatos de Madrid (siglos XVII-XIX), de varios autores; San Manuel Bueno, mártir, de Miguel de Unamuno; Declaración de un vencido y criadero de curas, de Alejandro Sawa, y Cinelandia, de Ramón Gómez de la Serna. Es autor, además, de las ediciones críticas de las novelas El separatista, de Eduardo López Bago y El chalet de las rosas, de Ramón Gómez de la Serna, y de Artículos periodísticos (1990-1998), publicadas en Castalia.

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  • INTRODUCCIÓN BIOGRÁFICA Y CRÍTICATrayectoria vital y literaria de Caballero BonaldEl compromiso cultural y políticoEl realismo crítico y Dos días de setiembreNoticia bibliográficaBibliografía selectaNota previaDOS DÍAS DE SETIEMBREPRIMER DíAVIENTO DE LEVANTE1. Cuando llegaron a las bardas2. Apoyado en la pared, con las manos atrás3. Don Andrés sentía unos vagos escrúpulos4. La taberna tenía el suelo de terrizo5. Serafín cargó con la caja de botellas6. ¿Qué quería ése?7. Don Gabriel Varela se espabiló8. La mujer, medio dormida aún9. Miguel descorrió las cortinas10. Cuando mi madre murió11. El pago de Monterrodilla caía a una legua12. A las tres, a las cuatro, no se veía a nadieSEGUNDO DÍALA TORMENTA11. Uno de los arrumbadores se subió encima de la andana12. Lucas atravesó el patio a oscuras13. La tierra olía como si le hubieran abierto el vientre14. Perico Montaña procuraba seguir15. Ya hacía más de un año que había terminado la guerra16. La cuneta se abría17. Llenó una jarra de agua18. Se complicó la cosa19. Se paró al lado de la pared20. Las butacas de mimbre se alineaban21. Tuvieron que hacer columpiar la bota22. A la altura de la azotea23. El urinario no tenía techoÍndice de láminas


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