Ana de Miguel Álvarez (coord.), Celia Amorós Puente (coord.)
En la teoría feminista se plasman los efectos reflexivos de las luchas de las mujeres por su liberación. Esta teoría tiene una tradición de tres siglos. No es un pensamiento lineal ni homogéneo, lo que está en consonancia con la complejidad y variedad de estas luchas, cuyas dinámicas son diferentes de acuerdo con la especificidad de los grupos de mujeres que las protagonizan y de sus contextos históricos. Sin embargo, ha sido posible reconstruir los principales ejes temáticos y las modulaciones más significativas de esta tradición de pensamiento, que lo es, en cuanto que tiene sus referentes clásicos y sus propias fuentes de autoridad conceptual: en suma, sus liderazgos epistemológicos ligados con sus liderazgos políticos.
En este volumen 1 se presenta la trayectoria que lleva de los «memoriales de agravios», que recogen las quejas de las mujeres contra los abusos del poder patriarcal, a la formulación de «las vindicaciones». Estas últimas dan su expresión a la crisis de legitimidad de este poder, como se pondrá de manifiesto desde las luchas por el acceso a la ciudadanía de las mujeres en la Revolución Francesa, hasta el movimiento sufragista. La obra de la filósofa existencialista Simone de Beauvoir, El segundo sexo, hará de bisagra entre la formulación de las preguntas últimas suscitadas por esta primera fase y la apertura de los nuevos ámbitos temáticos propios de la llamada «segunda ola» del feminismo.
La globalización, con su fluidificación de las fronteras, nos exige elaborar una agenda feminista global acorde con sus exigencias. Los movimientos queer ponen en cuestión las fronteras entre los géneros, llevando a debate este mismo concepto, en los países que han sufrido la colonización de Occidente se genera un feminismo con modulaciones propias, el «feminismo poscolonial»: los ecofeminismos dan forma a la convergencia de ciertas perspectivas feministas y la problemática ecológica, la feminización de los «flujos migratorios» vuelve apremiante la contrastación de los Derechos Humanos de las mujeres con el fenómeno de la multinacionalidad. Nuestro acceso a las nuevas tecnologías (ciberfeminismo) nos implica en alianzas con nuevos sujetos emergentes y las nuevas relaciones entre capital y trabajo en la era global están implantando un nuevo orden del género: la teoría feminista se está haciendo cargo, así, de un material ingente de reflexión.
En la teoría feminista se plasman los efectos reflexivos de las luchas de las mujeres por su liberación. Esta teoría tiene una tradición de tres siglos. No es un pensamiento lineal ni homogéneo, lo que está en consonancia con la complejidad y variedad de estas luchas, cuyas dinámicas son diferentes de acuerdo con la especificidad de los grupos de mujeres que las protagonizan y de sus contextos históricos. Sin embargo, ha sido posible reconstruir los principales ejes temáticos y las modulaciones más significativas de esta tradición de pensamiento, que lo es, en cuanto que tiene sus referentes clásicos y sus propias fuentes de autoridad conceptual: en suma, sus liderazgos epistemológicos ligados con sus liderazgos políticos.
Las movilizaciones feministas resurgen con vigor en las décadas de los 60 y los 70 del pasado siglo. Sus militantes proceden de la cantera de la New Left y del Movimiento pro derechos civiles de los afroamericanos, sin embargo, en su militancia en estos medios progresistas e igualitaristas, las mujeres hacen la experiencia del sexismo y plantean la necesidad de organizarse de forma autónoma. Correlativamente, en el plano teórico tratarán de independizarse de la absorción de sus problemas específicos en los parámetros conceptuales de los principales paradigmas vigentes el marxismo y el psicoanálisis y generarán de este modo fundamentalmente lo hará el feminismo radical teorías originales para dar cuenta de la opresión de las mujeres como tales. Al hilo del debate en torno a estas construcciones teóricas, aparecerán interesantes reelaboraciones del feminismo socialista y peculiares derivas, como el feminismo cultural. La puesta en cuestión de los ideales ilustrados por la posmodernidad en el fin de siglo le planteará al feminismo emancipatorio ineludibles retos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados