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El terrorismo ha pretendido expresamente, entre otras cosas, vulnerar y destruir la condición de ciudadanía de sus víctimas, condición que se vive a través de la participación social y política. La reacción de las víctimas creando organizaciones precisamente para incentivar esta participación en cuanto víctimas, es algo muy positivo, tanto frente a esa violencia como de cara a la búsqueda de una sociedad que sólo encontrará auténticamente la paz si no ignora la justicia con los violentados. A su vez, la relativa novedad de esta participación genera una serie de cuestiones sobre las que conviene reflexionar, a fin de estimularla del mejor modo posible.

Es lo que pretende este trabajo: ofrecer al diálogo social en general, y especialmente con las víctimas, una serie de consideraciones y propuestas que pueden ayudar a fortalecer la participación específica de éstas en el marco de la participación ciudadana en general. La reflexión, tras abrirse con una presentación del tema y una referencia fundamentadora del mismo a la ciudadanía vulnerada de las víctimas, se estructura a partir de una serie de distinciones: primero en torno a los espacios posibles de participación de las víctimas, y luego en torno a los niveles —prepartidario y partidario— en los que puede situarse. Se cierra la reflexión con unas referencias a cuestiones que pueden ser especialmente polémicas.