Más allá de los grandes debates sobre qué es la democracia, hay un punto en el que parece no haber mayores discrepancias y consiste en que la democracia es un mecanismo de procesamiento del conflicto por el poder político que busca la inclusión y respeto de la diversidad y pluralidad de la sociedad a partir de ciertos principios normativos básicos. Otros elementos sobre los que tampoco parece haber mayor disenso, son los que señalan que la democracia implica también la aceptación mayoritaria de las normas que se establecen para tomar decisiones colectivas de carácter obligatorio, para acceder al poder, para controlarlo y para repartir los recursos políticos entre los distintos grupos de una sociedad.
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