Ha sido reseñado en:
Teología espiritual: revista cuatrimestral de los Estudios Generales Dominicanos de España, ISSN 0495-1549, Vol. 66, Nº. 189, 2022, págs. 227-230
Humanismo y Reforma marcaron los destinos de la catedral de Valencia a lo largo del siglo xvi, etapa crucial para la historia diocesana particularmente y para la Iglesia universal en general. Con la Seo elevada hacía poco al rango de metropolitana por el papa Alejandro VI, su cabildo era destino privilegiado para los segundones de linajes ilustres de la mediana y baja nobleza autóctona y las oligarquías ciudadanas, perpetuadas a través de redes clientelares y patronazgo. Ello explicaría la implicación del clero catedralicio en las bandositats, que aglutinaron a la sociedad valenciana durante parte de la centuria, en la cual el capítulo catedralicio funcionó de manera prácticamente autónoma gracias a la fortaleza de la que seguían haciendo alarde estas corporaciones. A buen seguro, influyeron también en el panorama descrito la incuria y el absentismo episcopal de la familia Borja y los miembros de la Casa Real, que caracterizaron las décadas previas al pontificado de santo Tomás de Villanueva, primero de una serie de obispos reformistas que, desde mediados del quinientos, encontrarían entre estos muros su principal oposición a las políticas centralizadoras.
No menos complicadas se demostraron las relaciones capitulares con otros actores, ya religiosos, como parroquias y órdenes regulares, ya civiles, especialmente el Municipio, la Audiencia o los virreyes, sin olvidar tampoco a la recién establecida Inquisición: todos conflictos de poder en los que el cabildo se jugaba el mantenimiento de su estatus privilegiado en los tiempos modernos. En tal afán, dignidades y canónigos se decantarían mayoritariamente por la Corona durante la peor crisis política del momento, que fueron las Germanías. Muchos de ellos fueron premiados por la monarquía en pago a éstos y otros servicios. Los habría, incluso, que pasaran a formar parte del renovado episcopado hispánico, cuyas bases puestas por los Reyes Católicos se encargaron de implementar Carlos I y Felipe II.
Del mismo modo, la catedral de Valencia participó del marco de libertad intelectual que, en el primer tercio del siglo, posibilitaría el desarrollo de la ciencia y la cultura locales con la popularización de la imprenta y la ayuda de la Universidad, creada en 1499 con notable presencia en su claustro de ilustres prebendados antes de la erección de las cátedras pavordías, que vincularían en lo sucesivo a ambas instituciones. En este contexto, pues, el humanismo tuvo su repercusión en el templo metropolitano, al menos hasta que el miedo al protestantismo trajera consigo una férrea ortodoxia que debilitaría el desarrollo de las ideas durante el resto de la centuria y reduciría la labor intelectual a los esfuerzos personales de algunos capitulares. Entretanto, iría abriéndose paso la reforma auspiciada por Trento en relación al clero, aunque también en la transmisión del mensaje cristiano a los fieles a través del culto, la liturgia o la predicación.
A esta evolución, la acompañaría el desarrollo de un espacio catedralicio acorde a los nuevos tiempos y en constante adaptación a las diferentes sensibilidades artísticas sucedidas a lo largo de estos. Al esplendor tardogótico inicial, le seguirían los modos renacentistas, italianizantes primero –llegados a Valencia de la mano de varios canónigos al servicio del último papa Borja– y naturalizados después en el templo metropolitano. Algo similar ocurrió con la escultura, la pintura y las artes menores, cuya suntuosidad y autores nada envidiaron a los de la fábrica arquitectónica de la Seo.
págs. 13-26
págs. 27-48
págs. 49-82
págs. 83-174
págs. 175-214
págs. 215-230
págs. 231-246
págs. 247-272
págs. 273-290
págs. 291-312
págs. 313-326
págs. 327-352
págs. 353-378
págs. 379-410
págs. 411-429
págs. 431-461
págs. 11-26
págs. 27-46
Juan Blas Navarro: entre la Universidad, la Inquisición y la corte
págs. 47-65
págs. 67-126
Los fondos, el dinero y las finanzas de la catedral de Valencia: el secreto mejor guardado
págs. 127-152
Las cuentas del capítulo y cabildo de la catedral de Valencia en los bancos de la Ciudad (ejercicio 1585-1586): la administración del pagador canonical
págs. 153-176
Vitae parallelae: humanismo, religión y el concepto del nuevo príncipe en Alfonso el Magnánimo (1416-1458) y Carlos V (1516-1558)
págs. 177-206
Italianos en la catedral de Valencia : los códices humanísticos de la Biblioteca Capitular valentina: descripción y estudio
págs. 207-244
María Enríquez de Luna, duquesa de Gandía (1474?-1537): la mujer más poderosa del reino (I)
págs. 245-277
Humanismo y reforma: postulados historiográficos en algunos historiadores dominicos valencianos del siglo XVI
págs. 279-292
Renacimiento avant la lettre en Valencia: cuando el arte fue anterior al humanismo
págs. 293-317
Templos a la romana: escultores en València y Xàtiva en los albores del Quinientos
Carlos Enrique Navarro-Rico, Vicente Gabriel Pascual Montell
págs. 319-349
Per foradar damunt la pila de batejar per a posar lo retaule del mestre Batiste: "El Baptisme del Crist" de Joan de Joanes per a la seu
págs. 351-362
págs. 363-400
Historias y emociones en la pintura valenciana del Renacimiento: acerca del decoro y la reforma de la imagen religiosa en el humanismo del siglo XVI
págs. 401-420
págs. 421-450
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados