El ser humano lleva manteniendo peces de forma ornamental varios siglos, pero no ha sido hasta nuestros días cuando se ha podido descubrir la ciencia que hay detrás de esta afición.
Internet y las marcas han puesto al alcance de todos la acuariofilia pero, ¿todo lo que se publica es cierto? ¿Tienen los canales de Youtube el rigor científico que esta ciencia merece? ¿Qué ocurriría si se explicara que el cloro no es tan malo como se piensa? ¿Y si se hicieran estudios serios sobre el mantenimiento de los peces en acuarios? ¿Por qué no se contempla como maltrato animal introducir a ciertos peces en acuarios de 5 litros o incluso menos? ¿Por qué algunas tiendas venden animales que no son apropiados para tener en el acuario de una vivienda común? ¿Todo vale en esta época con tal de que haya negocio? La acuariofilia, como ciencia que es, necesita ser conocida desde el ámbito real, desde la experiencia y desde las pruebas realizadas con resultados que no dejarán a nadie indiferente.
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