Alfonso Martínez de Toledo, Blanca Garrido Martín (ed. lit.)
El nacimiento de la Atalaya de las corónicas se gesta en la corte de Juan II, rey de Castilla entre los años 1406 y 1454: el monarca cita a Alfonso Martínez de Toledo, capellán real, en 1443 para encargarle la elaboración de una "crónica de crónicas", un proyecto sumamente ambicioso que le ocupará los siguientes años de su vida. Se trata de la obra más extensa escrita por el arcipreste de Talavera, una composición de corte historiográfico que abarca un periodo bastante extenso (desde los reyes godos hasta la primera mitad del siglo XV) concebida como un resumen de la historia de España mediante la compilación de varias fuentes historiográficas e, incluso, experiencias personales del arcipreste; se constituye, así, como un ejemplo de los nuevos planteamientos historiográficos del siglo XV manifestados textualmente en el subgénero del sumario de crónicas.
Por su calidad e interés textual, esta obra ha gozado de un considerable interés filológico, pero no se ha propuesto hasta la fecha un estudio global de esta que incluya, además de datos histórico-literarios, aspectos lingüísticos, ni se ha realizado una edición crítica del texto completo. Así, y a la luz del hallazgo de un nuevo testimonio ignoto hasta la fecha y que se ha revelado de vital importancia para la comprensión del proceso de escritura de la obra, el estudio que aquí se presenta supone un trabajo filológico de la obra en su sentido amplio, además de su presentación por primera vez en forma de edición crítica
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