La agricultura de regadío depende tanto de la cantidad como de la calidad del agua. La disminución tanto de una como de otra conlleva a una necesidad de utilizar recursos de calidad inferior a los deseados. Esta realidad nos obliga a controlar y evaluar la calidad de las aguas, donde se utilizan con fines agrícolas y a cuantificar sus efectos sobre suelos y cultivos. El objetivo final ha supuesto, tras una amplia exploración analítica de la calidad de las aguas, un estudio detallado de algunas situaciones. De esta manera hemos seguido el comportamiento de la interacción agua-suelo-planta coincidiendo con una de las preocupaciones esenciales que sobre la conservación de recursos y utilización de suelos y aguas se lleva a cabo en el Dpto. de Agroquímica y Bioquímica de la Universidad de Alicante.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados