El aprovechamiento de los recursos agrícolas y ganaderos constituye la principal fuente de ingresos de las zonas rurales del Norte de España, en donde se concentra más del 70% de la cabaña bovina del país. La actividad agropecuaria es tan importante porque en esta región existen condiciones climáticas y edáficas idóneas para la producción de especies vegetales forrajeras necesarias para la alimentación de los bovinos.
La merma de la productividad de las granjas de ganado vacuno aconseja la diversificación de las explotaciones agropecuarias. En este sentido, se ha observado un incremento del número de cabezas de ganado equino, que se emplean para mantener limpias pequeñas extensiones de terreno, o bien en regímenes que combinan prácticas ganaderas y de explotación forestal (silvopastoreo). Otro de los factores responsable es la posibilidad de disfrutar de diferentes actividades de ocio con caballos.
La productividad y el disfrute de los animales dependen del estado de salud de los mismos. El control de algunas enfermedades que afectan al ganado equino, en especial las de etiología parasitaria, se reduce básicamente a la administración de algunos tratamientos antiparasitarios, sin realizar diagnóstico previo para identificar las formas parasitarias, ni posterior para establecer la eficacia del tratamiento.
Para el control de las infecciones parasitarias resulta imprescindible conocer los agentes frente a los que hay que luchar, por lo que se planteó un primer ensayo con el objetivo de identificar las principales formas parasitarias que afectan al ganado equino gallego. Durante los meses de febrero y noviembre de 2007, se recogieron muestras de heces y de sangre de 672 animales de las provincias de Lugo y Ourense, que se analizaron teniendo en cuenta algunos factores intrínsecos (raza, edad, sexo), y extrínsecos (aptitud y tipo de alojamiento de los caballos). La presencia de endoparásitos se evidenció mediante las técnicas de flotación, sedimentación, migración y elaboración de coprocultivos; con una técnica ELISA y antígenos de excreción/secreción de larvas 2 de Gasterophilus se analizó la seroprevalencia de esta miasis. Se demostró que los caballos del noroeste español estaban parasitados por helmintos nematodos gastrointestinales (ascáridos, estrongílidos y oxiúridos) y cestodos, y no se observaron ooquistes de protozoos, larvas de nematodos pulmonares ni huevos de trematodos. En los coprocultivos se demostró la presencia de nematodos de los géneros Cyatostomum, Gyalocephalus, Strongylus y Triodontophorus. En la capa de los equinos se detectaron ejemplares de artrópodos gasterófilos, hipobóscidos e ixódidos.
La mayoría de los caballos estaban parasitados principalmente por gasterófilos, nematodos gastrointestinales, y en menor medida por cestodos. De los nematodos gastrointestinales, los más frecuentes fueron los estrongílidos, seguidos por ascáridos y oxiúridos.
Para el control de las infecciones parasitarias es preciso no sólo el conocimiento de la distribución de los agentes patógenos, sino también del modo y vías de transmisión, hospedadores que intervienen en el ciclo, especies animales afectadas, así como los factores de riesgo asociados y la influencia de las condiciones climáticas. En el segundo ensayo se profundizó en el estudio de los factores de riesgo asociados a la parasitación por helmintos y gasterófilos, analizándose la influencia de factores intrínsecos (raza, edad, sexo) y extrínsecos (alojamiento) sobre la prevalencia de estos parasitismos, y en su cronobiología.
El mayor riesgo de infección por estrongílidos se detectó en yeguas PRG que se mantienen en el monte, y por ascáridos en las menores de 3 años. Los machos de Pura Raza Árabe en pasto presentan mayor riesgo de parasitismo por Gasterophilus. El análisis conjunto de todos los factores mostró que el tipo de alojamiento condicionaba el riesgo de parasitación por nematodos (estrongílidos, ascáridos, oxiúridos), cestodos y gasterófilos.
Para establecer la cronobiología de las estrongilidosis y gasterofilosis, entre los años 2007 y 2009 se analizaron las heces de un grupo de 25 caballos PRG mantenidos en pastoreo en una explotación de Muras (Lugo); asimismo se examinó la capa de estos animales, y también se determinó la presencia de larvas infectivas en el medio (L3). Con objeto de conocer las variaciones climáticas anuales del noroeste español se recabaron los parámetros mensuales de temperatura máxima, media y mínima, y precipitación anual. Mediante la combinación de los resultados del diagnóstico parasitario en los caballos y en el medio, y las variaciones meteorológicas, se estableció la cronobiología de las infecciones parasitarias de los caballos.
La eliminación de huevos de estrongílidos en las heces de los caballos disminuyó de forma significativa de enero a marzo, aumentó a partir de mayo y se alcanzaron los valores máximos en julio y octubre. Se encontraron larvas en el prado de marzo a diciembre. Estos resultados parecen indicar que ante condiciones ambientales desfavorables (diciembre a marzo), las larvas de los pequeños estróngilos se encapsulan en la mucosa intestinal y permanecen en hipobiosis, retrasando el desarrollo hasta la fase adulta, lo que explicaría la reducción en la eliminación de huevos de ciatostómidos desde diciembre a abril.
El análisis macroscópico del ano y de las heces de los caballos demostró la presencia de larvas L3 de Gasterophilus intestinalis y nasalis de marzo a mayo. La inspección visual de la capa de los équidos demostró la existencia de huevos de Gasterophilus y de adultos de Hippobosca entre junio y septiembre. Por último, de junio a agosto se recogieron ejemplares de garrapatas que en el laboratorio se identificaron como Ixodes ricinus. De todos estos datos se concluye que en Galicia la planificación del control parasitario debe ser estacional, con un tratamiento en primavera para evitar el desarrollo de larvas de estróngilos a adultos, y conseguir la eliminación de los ectoparásitos; el segundo se debería aplicar en otoño para destruir los estróngilos adultos y las larvas de Gasterophilus.
En el convencimiento de que el control de las infecciones parasitarias requiere no sólo el conocimiento de los factores que pueden desencadenarlas o exacerbarlas, sino también qué actuaciones se llevan a cabo para evitar o reducir su presentación, en el tercer ensayo se planteó una encuesta con objeto de recabar información de algunas características de explotaciones equinas del noroeste peninsular, enfocando el tema desde una perspectiva de explotación, de manejo de los animales como grupos. Con este motivo se diseñó un estudio que consistió en la toma de muestras de heces de 1312 caballos que pertenecían a 225 explotaciones diferentes. Al mismo tiempo que se visitaban las explotaciones, se distribuyó una encuesta a los propietarios de los equinos para conocer las características del manejo, composición del rebaño, qué medidas se empleaban para el control de formas parasitarias, etc. Finalmente se estudió la posible relación entre las características de las explotaciones, la presencia de infecciones parasitarias y las pautas aplicadas para su control.
El modelo de desparasitación que siguen la mayor parte de las explotaciones equinas del noroeste peninsular consiste en la administración de lactonas macrocíclicas por vía oral una vez al año (en otoño) siguiendo las directrices fijadas por el profesional veterinario, y el cálculo de la dosis necesaria se realiza mediante estimación visual del peso del animal. No se realizan análisis coprológicos rutinarios ni se observan periodos de cuarentena. En Galicia, el tamaño (número de caballos) de la explotación es el principal factor de riesgo para la aparición de infecciones por ascáridos y estrongílidos, mientras que la elevada frecuencia de desparasitación lo es para la infección por cestodos, y la vía de administración de los antiparasitarios para los gasterófilos.
También se comprobó que el consejo seguido para el tratamiento de los caballos es el factor más influyente en la infección por estrongílidos y por oxiúridos, en tanto que la vía de administración es la que condiciona la presencia de infecciones por Gasterophilus.
En las últimas décadas se han estudiado y probado diferentes estrategias de control antiparasitario basadas esencialmente en la quimioterapia con bencimidazoles (febendazol, albendazol, oxibendazol), tetrahidropyrimidinas (sales de pirantel) y lactonas macrocíclicas (ivermectina y moxidectina, fundamentalmente), que presentan distinto nivel de eficacia, duración de actividad y espectro de acción frente a los diferentes parásitos y sus estadios. En los ensayos anteriores se demostró que las parasitosis más prevalentes en equinos estaban provocadas por nematodos estrongílidos y por gasterófilos. Por este motivo, y descartando este último grupo por la dificultad que entraña la valoración del tratamiento frente a esta miasis, se planteó un cuarto ensayo para establecer la eficacia de diferentes productos antihelmínticos frente a ascáridos y estrongílidos. Con objeto de añadir más información acerca de la utilidad de la rotación de pastos, y de la importancia del criterio seguido para la desparasitación de los caballos, se seleccionaron diferentes explotaciones. La idea central consistió en intentar recoger las situaciones más frecuentes en el noroeste de España en cuanto a las pautas aplicadas para el control parasitario en caballos.
Entre febrero de 2008 y noviembre de 2009 se tomaron muestras de heces de 15 grupos de caballos seleccionados en función de la disponibilidad de los propietarios para desarrollar el presente estudio. Se tomaron muestras de equinos de las explotaciones Granxa do Souto (Ortigueira, A Coruña), Grupoportichol (Muras, Lugo), Comunidad de Montes en Man Común de Carballo (Carballo, Friol, Lugo) y de Chantada (Lugo), con las que se estableció un convenio de colaboración en función del cual se comprometieron a no desparasitar los caballos en los 6 meses previos al inicio del estudio ni durante su realización. El diseño de los diferentes estudios desarrollados se resume en el siguiente diagrama.
Tanto la administración de fenbendazol como la de sales de pirantel resultaron completamente eficaces frente a los nematodos ascáridos en potros en régimen de silvopastoreo. Para el control de estrongílidos, la ivermectina proporcionó resultados concluyentes en caballos en silvopastoreo, y la moxidectina en equinos en pastoreo (con y sin rotación). Por últimos, destacar que se demostró que la acción integrada de quimioterapia y rotación de pastos reduce la posibilidad de reinfección por estrongílidos e incrementa la duración del efecto del fármaco administrado.
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