La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un trastorno crónico que suele presentar un curso intermitente, alternando periodos de actividad en forma de brotes, habitualmente impredecibles. Para la valoración de la actividad en la EII se realiza una combinación de síntomas, hallazgos analíticos y endoscópicos. La endoscopia constituye el patrón oro, pero la realización de colonoscopias de forma repetida no es factible, debido a los costes y a los potenciales efectos secundarios. Por ello es necesario el estudio de otros marcadores inflamatorios, como la calprotectina fecal, que posee una mayor especificidad para el diagnóstico de la inflamación intestinal que los marcadores séricos, tan frecuentemente utilizados. Una de las aplicaciones más prometedoras de la calprotectina fecal es la predicción de las lesiones endoscópicas en la EII.
El objetivo del presente estudio fue analizar la capacidad de la calprotectina fecal para predecir la presencia de actividad endoscópica en pacientes con EII.
Con este fin, se incluyeron 100 pacientes diagnosticados de EII, a los que se les había solicitado una colonoscopia por práctica clínica. Se compararon los resultados de la actividad endoscópica con los niveles de calprotectina en una muestra de heces de los pacientes con EII recogida unos días antes de la endoscopia. La cuantificación de los niveles de calprotectina se realizó mediante dos mediciones, una de rango bajo y otra de rango alto.
La concentración de la calprotectina fecal fue significativamente más alta en los pacientes con actividad endoscópica, de forma más notable en la colitis ulcerosa (CU) que en la enfermedad de Crohn (EC). Dentro de los pacientes con EC, la calprotectina mostró una mayor exactitud para la evaluación de la actividad endoscópica en el fenotipo inflamatorio.
Los mejores puntos de corte para la detección de actividad endoscópica en los pacientes con CU fueron de 50 μg/g para la calprotectina de rango bajo (sensibilidad 85%, especificidad 79%, valor predictivo positivo (VPP) 92% y valor predictivo negativo (VPN) 75%) y de 102 μ/g para la de rango alto (sensibilidad 85%, especificidad 79%, VPP 88% y VPN 74%). En los pacientes con EC, los mejores puntos de corte fueron de 54 μ/g para la de bajo rango (sensibilidad 71%, especificidad 63%, VPP 65% y VPN 69%) y de 122 μg/g para la de rango alto (sensibilidad 71%, especificidad 75%, VPP 68% y VPN 74%).
A la luz de nuestros resultados, podemos concluir que la calprotectina fecal es un marcador fiable y que posee una elevada precisión para predecir la actividad endoscópica en los pacientes con EII. Su fiabilidad es mayor en la CU que en la EC, y en el fenotipo inflamatorio en comparación con los otros fenotipos (estenosante y fistulizante). Así mismo, muestra una mayor capacidad predictora que la de otros marcadores séricos estudiados (proteína C reactiva (PCR), plaquetas, leucocitos y albúmina). Además, los niveles de calprotectina nos permitieron estratificar la gravedad de la actividad endoscópica de la EII.
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