La abstracción es la operación intelectual que sirve de engarce entre el conocimiento intelectual y el sensitivo, y marca el punto de encuentro entre el espíritu humano y el universo material. Desde la teoría del conocimiento de Leonardo Polo, se recoge la noción aristotélica de intelecto agente, colocado antropológicamente como equivalente al acto de ser personal, se formula una continuación heurística de las nociones tradicionales y se procura mostrar la originalidad estrictamente intelectual del acceso a lo real viable desde la iluminación del intelecto agente. De este modo se siente un realismo intelectualista, que, en lugar de apoyarse en el conocimiento sensitivo, destaca el carácter luminoso del ser del universo en tanto que con el coexiste el ser personal humano, de acuerdo con el hábito intelectual de los primeros principios.
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