Evaluación del efecto de distintas materias orgánicas sobre la microbiótica edáfica, contenido de nitratos en suelo, y producción y calidad de cultivos de tomate y sandía en suelo arenado bajo plástico.
- Autores: José Ignacio Marín Guirao
- Directores de la Tesis: Francisco Camacho Ferre (dir. tes.), Julio César Tello Marquina (codir. tes.)
- Lectura: En la Universidad de Almería ( España ) en 2016
- Idioma: español
- Tribunal Calificador de la Tesis: Antonio Valverde García (presid.), Francisco Miguel de Cara García (secret.), Daniel Palmero Llamas (voc.)
- Programa de doctorado: Programa Oficial de Doctorado en Agricultura Protegida
- Materias:
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- Tesis en acceso abierto en: TESEO
- Resumen
La agricultura basada en prácticas agrarias reduccionistas, con tendencia al monocultivo y la producción intensiva –tal es el caso de la horticultura intensiva bajo abrigo- puede provocar la proliferación de organismos fitopatógenos, así como problemas de eutrofización de los cuerpos de agua como consecuencia del lixiviado de nitratos. Entre las diferentes técnicas de desinfección de suelos, la biodesinfección mediante la adición de materia orgánica (MO), con y sin posterior solarización (biosolarización y biofumigación, respectivamente), está adquiriendo una gran relevancia por su eficacia, y se ha mostrado como una alternativa económicamente viable, a la vez que medioambientalmente respetuosa.
Éste experimento se llevó a cabo en un invernadero de la provincia de Almería (España) que presentaba la característica de tener el suelo arenado. Se evaluaron los efectos de la adición de distintas MO aplicadas mediante biofumigación y biosolarización en la concentración de nitratos del suelo, en la microbiota edáfica (hongos, bacterias y actinomicetos), y en la producción y calidad de frutos de tomate y de sandía. Así mismo, se evaluó el efecto residual de estos tratamientos en un segundo año sucesivo.
La adición de MO incrementó la concentración de nitratos en las capas del suelo explotadas por las raíces, principalmente cuando fueron aplicadas mediante biosolarización. Sin embargo, éstos efectos desaparecen a partir del segundo mes del cultivo de tomate consecutivo a los tratamientos, posiblemente debido a un exceso de fertirrigación. Asimismo, la producción total y comercial de tomate fue mayor en las parcelas biosolarizadas en el primer cultivo después de los tratamientos, pero no en el resto, en los que no se observaron diferencias. Del mismo modo, los parámetros de calidad mejoraron con la adición de algunas MO. Sin embargo, las enmiendas orgánicas ensayadas no han mostrado un incremento de la microbiota fúngica, bacteriana y de oomicetos sostenida en el suelo, de manera que los distintos tratamientos realizados han mostrado un comportamiento comparable, incluso con el testigo que no recibió aportes de materia orgánica. Así, se sugiere con los resultados presentados que el suelo arenado haga el papel del plástico en solarización y actúa como desinfectante del suelo aún sin aporte de materia orgánica.
Los resultados apoyan la hipótesis que muestra a la biosolarización de suelos agrícolas como una técnica de desinfección de suelos con capacidad para minimizar impactos por lixiviado de nitratos, y que reporta beneficios al cultivo de tomate, cuando éste se desarrolla a continuación de los tratamientos. La práctica es totalmente compatible con los sistemas de producción ecológicos, y debería ser aplicada de forma general en los agrosistemas con enclave en zonas declaradas vulnerables por contaminación de nitratos de origen agrario, así como, en los sistemas de producción altamente intensivos, como lo son los cultivos hortícolas en invernadero.
