La capilla de Santa María o de Nicolás Sáez de Elola, sita en la iglesia parroquial de San Sebastián de Soreasu de Azpeitia es sin duda una de las capillas de patronato más significativas, espectaculares y singulares del panorama constructivo español.Comenzada a erigir en 1555, su planta central cuadrada y cúpula casetonada abrazan los ideales de la arquitectura imperial de Carlos V y sus allegados. La escultura ahonda en la sencillez de los usos del romano, además de introducirse en el manierismo serliano a través de sus proporciones y juegos lineales y matemáticos. Y la pintura de 1573, finalmente, tiene el cometido de modernizar y perfilar tanto el acabado arquitectónico como el conjunto de la estancia. La pinceladura recrea molduras y arquitecturas fingidas, mientras la pintura mural figurativa despliega la grandiosidad y monumentalidad del mejor manierismo miguelangelesco, además de las soluciones gráficas de Hans Holbein el Joven.Son varios los logros y puntos fuertes del presente trabajo de investigación, entre los que se cuentan el hallazgo documental del viaje de Martín Perez de Izaguirre, comisionado por tierras de Castilla, la filiación arquitectónica de la capilla con la arquitectura andaluza, la posible autoría de Juan de Elejalde y el reconocimiento de la figura del benedictino fray Martín de Azpeitia, abad de San Martín Pinario de Santiago de Compostela, de San Millán, de Irache o Salamanca, como promotor y mentor de la capilla y su vasto programa iconográfico.Respecto a éste último, es de subrayar el alcance internacional de sus diseños y su apuesta tanto por el renacimiento nórdico del alemán Holbein, por el manierismo romano de Rafael como sobre todo por el manierismo del florentino Miguel Ángel, cuyo Il Sogno preside la pared sur de la capilla de patronato. La relevancia e incidencia de sus fuentes gráficas redunda en la excepcionalidad de este conjunto guipuzcoano único.
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