Este estudio se centra en la atrición lingüística contemplada como parte integrante de los cambios normales que se producen en la competencia a lo largo del tiempo. El objetivo principal es analizar los efectos experimentados por la L1 de veinte inmigrantes españoles adultos residentes en Brasilia (Brasil) y expuestos a un contacto prolongado con la L2, el portugués brasileño. Estos inmigrantes no forman una verdadera comunidad y, por tanto, no están expuestos a variedades de contacto (Köpke y Schmid, 2013). Se trata, pues, de cambio intrageneracional que se presenta como una reducción progresiva del dominio de una L1 previamente adquirida de forma completa por individuos que emigraron pasada la pubertad y comenzaron a usar la L2 de forma intensiva, con la consecuente reducción del uso de la L1. En general, no supone una pérdida total del conocimiento de la L1, sino convergencia con la L2. Se manifiesta en forma de interferencias interlingüísticas a todos los niveles, dificultades de acceso léxico, disfluencias y acento extranjero, entre otros fenómenos (Schmid y Jarvis, 2014).
Se ha utilizado discurso libre obtenido mediante entrevistas semiestructuradas en español, grabadas de forma individual y que nos han permitido describir los rasgos lingüísticos que singularizan el español/L1 de los participantes (Köpke, 1999; Raso, 2003; Schmid, 2002). Asimismo, se ha aplicado un cuestionario sociolingüístico que proporciona informaciones sobre los participantes, necesarias para intentar determinar qué factores extralingüísticos (edad, duración de la inmigración, educación, contacto con la L1 y actitudes) desempeñan un papel más importante al condicionar los cambios.
Los resultados muestran que más de la mitad de los participantes presenta acento extranjero al hablar la L1. Asimismo, se pudo explicar la mayoría de los rasgos característicos del corpus como transferencias directas o indirectas de la L2/portugués (Silva-Corvalán, 1994, 2011). El análisis estadístico, por su parte, revela una significativa correlación negativa entre los índices de contacto con la L1 y elección de lengua, y los indicadores del nivel de atrición (la ratio de desvíos por mil palabras y el índice de acento extranjero); este hecho sugiere que un mayor uso de la L1 tiene un efecto positivo en la producción de menos desvíos y menos acento extranjero en el habla de los inmigrantes. Por el contrario, el índice de actitudes parece tener poco impacto en el nivel de atrición, dado que no presenta correlación con los indicadores.
En cuanto al nivel de atrición, de acuerdo con las tres etapas que plantea Sharwood Smith (1983b), en general, es bajo y siete de los participantes no parecen experimentar atrición, sino los efectos del bilingüismo. La excepción son cuatro participantes que se sitúan en un nivel alto debido a sus bajos índices de contacto con la L1.
Todos estos datos parecen indicar que en línea con las ideas expresadas por Gürel y Yilmaz (2013), Seliger (1989) y Sharwood-Smith (1983a) el contacto con la L2/portugués es decisivo, ya que su influencia en forma de interferencias y convergencia aparece como causa principal de la atrición, junto a la falta de contacto con la L1 y la consiguiente carencia de aducto.
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