El corzo es un artiodáctilo silvestre perteneciente a la familia de los cérvidos. Es un ungulado, es decir, sus extremidades terminan en pezuñas, apoyándose en la última falange, en concreto, sobre los dedos III y IV.
Las principales poblaciones de corzo en España se sitúan en la Cordillera Cantábrica, Pirineos y Sistemas Ibérico y Central; además, hay poblaciones residuales en los Montes de Toledo, Sierra Morena, este de Extremadura y en las sierras andaluzas de Jaén y Cádiz.
En la actualidad, en el noroeste de España, el corzo es el ungulado silvestre con mayor crecimiento demográfico y Galicia es la región española con mayor densidad de este ungulado silvestre. No obstante, en nuestra Comunidad, la densidad de corzos varía de unas provincias a otras, siendo más abundante en Lugo y Ourense y menos en A Coruña y Pontevedra.
Recientemente ha adquirido gran importancia el estudio del estado sanitario de los animales silvestres; en este sentido, desde hace más de dos décadas se están realizando en nuestro laboratorio diferentes trabajos sobre las principales infecciones de etiología parasitaria en corzos abatidos Galicia.
En Galicia, el corzo y el ganado vacuno y ovino explotados en extensivo, frecuentemente, comparten pastos y praderas, por lo que es posible que se produzca el intercambio de ciertas especies parásitas y de algunos agentes infecciosos, por lo que consideramos de interés conocer si el corzo esta infectado por las mismas especies patógenas, con objeto de contribuir al control de las infecciones en este rumiante silvestre y en los domésticos.
En este trabajo nos hemos propuesto avanzar en el estudio de las infecciones ocasionadas por nematodos gastrointestinales y broncopulmonares así como determinar la prevalencia de infección por Mycobacterium bovis, Mycobacterium avium paratuberculosis y pestivirus, que son los agentes que se pueden localizar en el aparato respiratorio y gastrointestinal de estos animales. Para ello, se recogieron 218 muestras de corzos abatidos en Galicia. En el análisis de los datos se tuvieron en cuenta varios factores: la zona de procedencia (costa, centro y montaña), la edad (30 jóvenes o menores de 2 años y 188 adultos con edades comprendidas entre 2 y 8 años) y el sexo de los corzos (187 machos y 31 hembras). La recogida de muestras se realizó gracias a la inestimable colaboración de los cazadores, a los que se les entregó una ficha, en la que anotaban diversos datos relativos al animal y a la zona de captura; así como, el material necesario, convenientemente numerado para identificar las muestras y que consistió en sacos para la recogida de las vísceras y en jeringas y tubos para la toma de muestras de sangre.
Una vez en el laboratorio, se procedió al desuerado de la sangre y este se congeló hasta su análisis. Además, se separaron las diferentes vísceras y órganos y en este trabajo nos centramos en el análisis del aparato respiratorio y digestivo.
Los pulmones se examinaron macroscópicamente y se anotaron en una plantilla la distribución de las lesiones compatibles con bronconeumonías parasitarias o infecciosas. La tráquea y los bronquios principales se abrieron longitudinalmente para obtener los adultos de Dictyocaulidae y se diseccionó el parénquima pulmonar para extraer los de Protostrongylidae. Además, para calcular el número de larvas por gramo de tejido pulmonar (lpg) se realizaron las correspondientes migraciones larvarias del tejido pulmonar que presentaba lesiones. Para identificar las especies de nematodos broncopulmonares, las larvas de primer estadio (L-I) y los adultos se montaron en lactofenol azul de algodón y se procedió a su identificación.
Para determinar las infecciones por Mycobacterium bovis se efectuó su aislamiento y cultivo, principalmente, a partir de pulmón y nódulos linfáticos mediastínicos. Además, se tomaron 3 improntas de cada muestra (nódulo linfático y pulmón), empleando tejido parcialmente afectado en caso de que hubiese lesiones y si no se utilizaron fragmentos de tejido pertenecientes a 3 localizaciones diferentes y en todos los casos se realizó una tinción diferencial mediante la técnica Ziehl-Neelsen.
El aparato digestivo se dividió en cuatro partes (abomaso, intestino delgado, intestino grueso y ciego); para obtener los adultos de los nematodos gastrointestinales presentes en cada uno de estos tramos, se procedió a ligarlos y, posteriormente, su contenido se lavó, se filtró y se conservó en formol al 5%. Los adultos se extrajeron bajo estereomicroscopio, se contaron, se separaron por sexos y se montaron en lactofenol-azul de algodón al 0,05% y se procedió a su identificación específica.
Para determinar la infección por Mycobacterium avium paratuberculosis (MAP) y las posibles lesiones compatibles con este patógeno, se realizaron tres estudios diferentes: aislamiento y cultivo de MAP a partir de la válvula ileocecal, tinción Ziehl-Neelsen, como para M. bovis, de improntas de la válvula ileocecal y estudio histopatológico; en este último caso, las muestras se fijaron en formol tamponado al 10% durante 24 horas y posteriormente se observaron a 400 aumentos.
Para detectar la presencia de anticuerpos específicos frente a pestivirus, se empleó un ELISA comercial de competición y la técnica se realizó siguiendo las instrucciones del fabricante.
En el aparato respiratorio de los corzos analizados no se detectó Mycobacterium bovis, mientras que, por el contrario, en el 43% de los animales hallamos nematodos broncopulmonares (Dictyocaulus noerneri y Varestrongylus capreoli). En el aparato digestivo se observó que todos los animales albergaban adultos de nematodos gastrointestinales. Se identificaron 20 especies, siendo las más prevalentes Ostertagia leptospicularis, Spiculopteragia spiculoptera, Nematodirus filicollis, Trichuris capreoli y Oesophagostomum venulosum. Además, la seroprevalencia por pestivirus fue baja (2,9%) mientras que no se detectó Mycobacterium avium paratuberculosis en ninguna de las muestras analizadas.
En corzos abatidos en España, es la primera vez que se citan las especies: Chabertia ovina, Cooperia pectinata, C. punctata, C. oncophora, Haemonchus contortus, Nematodirus spathiger, Oesophagostomum venulosum, Teladorsagia trifurcata, Trichostrongylus capricola, T. colubriformis, T. vitrinus y Trichuris capreoli.
Se observaron mayores prevalencias por nematodos gastrointestinales en la zona de costa, así como en machos y adultos. Los animales machos y jóvenes mostraron mayores porcentajes de infección por nematodos broncopulmonares.
Los corzos pueden intervenir en la transmisión de pestivirus y varias especies de nematodos gastrointestinales al ganado doméstico que comparta pastos con ellos. Por el contrario, no representan un riesgo de infección por nematodos pulmonares, M. bovis y M. avium paratuberculosis.
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