Resumen de Coberturas de vacunación antigripal. Análisis de registros informaticos individualizados y encuestas poblacionales
En el presente trabajo se utilizan dos metodologías para calcular las coberturas de vacunación de gripe en grupos especiales de población, en los que de forma habitual no está disponible esta información ya que se desconocen los numeradores y los denominadores. Ejemplos sobre los que se ha trabajado son las enfermedades crónicas, los trabajadores sanitarios y los inmigrantes, además de los otros grupos con indicaciones de vacunación. Para ello, utilizamos como fuente de datos los registros de inmunización computarizados y los registros clínicos de toda la población de la Comunidad Autónoma de Madrid, España (6.284.128 personas) así como los datos de tres encuestas de salud representativas a nivel nacional: Encuesta Europea de Salud de 2009/10 (N = 22.188), Encuesta Nacional de Salud 2011 (N = 21.007) y Encuesta Europea de Salud 2014 (N=22.842).
La información sobre el estado vacunal y de enfermedad crónica, al trabajar con registros computarizados, se obtiene de los registros de los médicos de Atención Primaria, trabajando sobre los códigos y descriptores de enfermedades crónicas presentes en la Historia clínica Electrónica (HCE).El estado de vacunación antigripal se obtuvo auto-reportado en el caso de las encuestas.
Se analizó la cobertura de la vacuna contra la gripe por sexo, número de afecciones crónicas, ser trabajador sanitario (TS) y nacionalidad. Las tendencias de tiempo para las campañas entre grupos de alto riesgo fueron estimadas por un modelo de regresión logística multivariante. Se realizaron comparaciones para obtener la concordancia entre los dos métodos empleados, registros de procedentes de HCE y Encuestas de Salud. Las variables del estudio independientes incluyeron: edad, sexo, estatus de inmigrante y la presencia de enfermedades crónicas de alto riesgo. Las coberturas de vacunación se calcularon según las variables del estudio. Se calcularon también tasas de prevalencia brutas y ajustadas por modelos de regresión logística con sus correspondientes intervalos de confianza.
Los resultados más relevantes son los siguientes:
Utilizando los registros computarizados fueron vacunados un total de 871.631 individuos (13.87%) en la temporada 2012-13. La cobertura para personas de ≥65 años fue del 56,57%. La cobertura global en personas con una enfermedad crónica fue de 15,7% en niños y 18,69% en adultos de 15-59 años. Las variables significativamente asociadas a una mayor probabilidad de ser vacunados en la campaña 2012-13 para los grupos de edad estudiados fueron mayor edad, nacidos en España, mayor número de dosis de vacuna estacional recibida en campañas anteriores, cobertura de la vacunación pandémica y tener una enfermedad crónica.
Utilizando la Encuesta de Salud Europea 2009 y la Española 2011, se analizaron datos de 43.072 sujetos mayores de 16 años. En conjunto, la cobertura disminuyó en un 3,31% (22,57-19,26%) entre las campañas 2008/2009 y 2011/2012 con una tendencia decreciente significativa (OR 0,92; IC del 95%: 0,90-0,94). La cobertura en personas menores de 60 años con una enfermedad crónica disminuyó significativamente (OR 0,92: IC del 95%: 0,85-0,99) durante el período analizado del 21,02% en 2008/2009 a 17,40% en 2011/2012. Entre los trabajadores de la salud, la mayor cobertura de vacunación contra la influenza se logró en 2009/2010 (31,08%); en la última campaña la cobertura se ha reducido casi a la mitad (17,88%). Para la temporada 2011/2012 y para todos los grupos de edad las variables asociadas con una mayor probabilidad de haber recibido la vacuna contra la influenza fueron la edad avanzada y la presencia de afecciones crónicas asociadas.
La comparación de la campaña de vacunación 2011/12 por los dos métodos descritos muestra que, la cobertura de vacunación ponderada para la población estudiada según los datos procedentes de encuestas fue de 19,77% y del 15,04% en los registros computarizados, lo que resultó en una Razon de Prevalencia bruta de 1,31 (IC 95%: 1,20-1,44). De este modo vemos que los datos auto informados sobreestimaron significativamente un 31% la cobertura. Las coberturas autoinformadas son siempre más altas que las coberturas basadas en el registro cuando la población del estudio está estratificada por las variables del estudio. La sobreestimación de las encuestas fue mayor en los hombres que en las mujeres, los grupos de edad más jóvenes, los inmigrantes y las personas sin enfermedades crónicas. Ambos métodos proporcionan datos más concordantes para la población objetivo de la vacuna contra la influenza, como son los enfermos crónicos e inmigrantes, en la que no se objetivan diferencias significativas.
La utilización de la Encuesta Nacional de Salud 2011 y la Encuesta Europea de Salud 2014 para el cálculo de coberturas muestra una cobertura global de vacunación similar en 2011/12 y 2014, 19,1% y 18,9%, respectivamente,(p> 0,05). El 47% de los sujetos encuestados se encontraban en los grupos para los que se recomendó la vacunación con coberturas del 41,1% en 2011/12 y del 40% en 2014 (p> 0,05). En ambas encuestas, la cobertura entre los sujetos con una enfermedad crónica fue tres veces mayor que la captación en sujetos que no tenían estas enfermedades.
Los trabajadores de salud vacunados en 2011/12 y 2014, fueron el 20% y el 27,6%. Los ciudadanos nacidos fuera de España (9,3% vs 20,4% en 2011/12 y 8,9% vs 20%en 2013/14).
De las enfermedades crónicas estudiadas, las que obtienen una mejor cobertura fueron los pacientes con cardiopatía (52,5% en 2011/12 y 51,% en 2014) y los pacientes con diabetes (50,5% y 51,8%).
El análisis multivariante mostró que la edad avanzada, tener una enfermedad crónica o ser un trabajador sanitario aumenta la posibilidad de haber sido vacunado, mientras que el hecho de haber nacido fuera de España disminuyó esta probabilidad.
Los estudios efectuados muestran que las dos metodologías utilizadas son válidas en grupos de enfermos crónicos e inmigrantes, por lo que trabajar con bases de datos relacionales es de gran interés y ha demostrado su eficiencia. Por otro lado, se evidencia que las coberturas de la vacuna antigripal estacional en los grupos objetivo recomendados, los enfermos crónicos y los trabajadores sanitarios en España son inaceptablemente bajas y disminuyen después de las estaciones pandémicas. Este hallazgo debería alertar a las autoridades sanitarias sobre la necesidad de trabajar para aumentar las coberturas vacunales en los pacientes incluidos en las recomendaciones e indicaciones para la vacuna de la gripe, y estudiar nuevas estrategias que permitan aumentar las coberturas de vacunación. Es necesario seguir profundizando en las causas que subyacen en la existencia de estas bajas coberturas de vacunación, en enfermos crónicos por debajo de los 60 años, en trabajadores sanitarios y en inmigrantes.
