La investigación se propone esclarecer hasta qué punto el deporte es capaz de asumir en la sociedad postmoderna española, -dentro de su especificidad, y por lo tanto, analógicamente; ya que cuando se profundiza en los dos ámbitos nacen las diferencias irreconciliables propiciadas por la identidad esencial del campo religioso y deportivo-, diferentes facetas de lo social que históricamente han sido bastiones de la religión; dejando claras sus posibles coincidencias y diferencias, pero sobre todo incidiendo en sus limitaciones, que me permitirán afirmar que el deporte jamás podrá suplantar la identidad de la religión ya que es incapaz de abordar el objeto trascendente propio de ésta, -misterio ante el cual el hombre ha experimentado, invariablemente, a lo largo de la historia de la humanidad, una manifiesta inquietud-.
Muestra la conclusión de que el postmoderno español se centra en lo real, en lo concreto, marginando lo no práctico como el Misterio religioso; hasta que llega el momento y siente la necesidad de profundizar en la trascendencia, revelándose ésta como presencia fundante de todas las cosas; y en ese momento ninguna experiencia humana, y muchísimo menos el deporte es capaz de sustituir a la experiencia e indagación religiosa.
La investigación deja claro que el deporte tiene una gran importancia en nuestro siglo; pero tan solo voy a poder testimoniar de ella, no pudiendo aventurarme a afirmar que vaya a ser algo definitivo, pero sí a recalcar su hegemonía de atracción de masas hoy, en detrimento de la religión.
Aunque el deporte tenga mayor poder de convocatoria, en sus modalidades de deporte-praxis y espectáculo, y unos aspectos vitales manifiestos a la hora de generar emociones en el practicante o espectador, no podré hablar de una sustitución paulatina por el descenso cualitativo de la práctica pública religiosa, y el ascenso de la deportiva; no, habré de decir he aquí el f
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados