El alcoholismo es un estado proinflamatorio que se asocia a enfermedad cardiovascular y a enfermedades óseas, siendo la más frecuente la osteoporosis. Recientemente se ha descrito el papel del eje hueso-riñón-corazón en el desarrollo de enfermedad cardiovascular sobre todo en pacientes con enfermedad renal crónica y estudios recientes sugieren que este eje también puede estar alterado en pacientes con hepatopatías. En este eje participan varias moléculas, siendo el FGF-23 y su correceptor alpha klotho sus principales protagonistas. Sin embargo, nunca he sido estudiado el comportamiento de estas moléculas en pacientes alcohólicos. En este estudio analizamos el comportamiento de este eje en 82 pacientes ingresados en un servicio de Medicina Interna por complicaciones orgánicas del alcoholismo. Tuvieron una media de edad de 59±11 años y eran bebedores de una media de 179±103 gramos de alcohol al día durante 35±11 años. También estudiamos 28 controles de igual sexo y edad. Recogimos datos sobre consumo de alcohol, presencia o no de cirrosis hepática de acuerdo a criterios clínicos y ecográficos y presencia de enfermedad vascular (hipertensión arterial, diabetes mellitus, síndrome metabólico y fibrilación auricular), así como la presencia de calcificaciones vasculares en pruebas de imagen y de alteraciones en el índice tobillo brazo. Los pacientes fueron seguidos durante una mediana de 16 meses. Encontramos niveles más altos de FGF23 en pacientes que en controles (Z=-3.941,p˂0.001). Además, los niveles de FGF23 (Z=5.302, p˂0.001), alpha klotho (Z=5.06 p˂ 0.001) y esclerostina (t=2.898, p=0.005) fueron mayores en pacientes cirróticos que en no cirróticos. Mediante análisis multivariantes se determinó que esta relación entre moléculas del eje hueso-riñón-corazón y función hepática es independiente de la función renal. También encontramos una relación significativa entre mayores niveles de FGF23 y la presencia de hipertensión arterial (Z=2.607, p=0.009), diabetes mellitus (Z=3.073, p=0.002), síndrome metabólico (Z=2.338, p=0.019) y mayor masa grasa en tronco (ρ =0.359, p=0.005). En nuestro estudio guardaron relación independiente con la mortalidad la presencia de cirrosis hepática y la hipertensión arterial. Las moléculas estudiadas fueron desplazadas por la puntuación en la escala Child-Pugh en la regresión de Cox. En este estudio demostramos que el alcohol se asocia a mayor riesgo cardiovascular y que en estos pacientes los niveles de FGF23 y alpha klotho están aumentados de manera independiente de la función renal. Demostramos que los niveles altos de FGF-23 se asocian a hipertensión arterial, diabetes mellitus y obesidad abdominal. Por lo tanto, el eje hueso-riñón-corazón está alterado en alcohólicos y puede contribuir al mayor riesgo vascular en estos pacientes.
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