Se realizó un estudio con personas diagnosticadas con trastorno mental grave que no habían tenido éxito en el empleo ordinario. Se aleatorizaron para formar dos grupos: el de tratamiento (N=28) recibiría rehabilitación cognitiva con el programa Cogpack además de tener apoyo al empleo con la metodología Individual Placement and Support (IPS) y ,el otro grupo, control (n=29) solo recibiría apoyo al empleo con IPS. Se utilizó una batería de pruebas cognitivas y de sintomatología en los dos grupos para medir la línea base y a los 8 meses y 1 año después de la intervención cognitiva. La hipótesis de partida es que las personas que no han logrado con éxito el empleo ordinario mejorarían su rendimiento cognitivo y sus resultados en el empleo tras recibir la rehabilitación cognitiva frente al grupo de personas que no se beneficiarían de la rehabilitación pero si de apoyo al empleo.sin embargo, a nivel de sintomatología no encontraríamos ninguna diferencia.
Los resultados mostraron que el grupo que recibió rehabilitación cognitiva tanto cuando se utilizó técnicas paramétricas como no paramétricas mejoró significativamente en memoria, aprendizaje verbal y funciones ejecutivas frente al grupo que no recibió la rehabilitación. Además no se encontró ninguna relación entre sintomatología y aplicar técnicas de rehabilitación cognitiva.
Al comparar los resultados laborales, el grupo que recibió rehabilitación cognitiva encontró más empleo y al año de seguimiento se encontraron diferencias significativas en la variable horas trabajadas semanales a favor del grupo que recibió rehabilitación cognitiva.
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